La abogada ourensana María de las Nieves Rúa Pazos recibió un galargón de la Asociación Europea de Economía y Competitividad
09 dic 2017 . Actualizado a las 18:39 h.Empezó a trabajar en el ámbito judicial en 1984 como procuradora y descubrió que le gustaba más de lo que pensaba. Compaginó la vida laboral con los estudios de Derecho por la UNED hasta 1999, cuando se dio de alta como letrada y montó su propio bufete. En septiembre recibió la medalla al mérito del trabajo que otorga la Asociación Europea de Economía y Competitividad.
-¿En qué ramas del Derecho están especializados en su bufete?
-Llevamos casos de todas menos de fiscal. Estamos más especializados en mercantil, concretamente en derecho bancario y de seguros. Y además, trabajamos como asesoría llevando la contabilidad y las nóminas de algunas empresas.
-¿Cómo se enteró de que le habían concedido un reconocimiento por parte de la Asociación Europea de Economía y Competitividad?
-Me llamaron por teléfono diciéndome que me habían enviado un correo electrónico pero yo aún no lo había leído. En un primer momento pensé que me querían vender algo -comenta entre risas- porque me estaban dando la enhorabuena porque me habían dado una medalla y yo le contesté que si me había tocado en algún sorteo o algo en lo que yo no recordase que hubiera participado. Entonces el hombre pensó que me lo estaba tomando a cachondeo y me dijo que mirase la bandeja de entrada del correo. Ahí fue cuando ya caí en la cuenta de que era verdad.
-¿Sabe qué criterios siguen para conceder un galardón de estas características?
-No me lo explicaron en profundidad pero cuando pregunté me comentaron que tienen un equipo valorador que analiza opiniones de clientes y que estudia la trayectoria profesional.
-¿A título profesional qué supone para usted recibir esta medalla, que reconoce el mérito del trabajo?
-Supone una satisfacción tremenda primero como persona, segundo como abogada porque me gusta mi profesión y tercero que los bufetes de ciudades pequeñas también se merecen un reconocimiento.
-¿Barajan ahora seguir creciendo o ampliar el bufete? ¿Cuáles son sus perspectivas?
-Lo que más nos importa, como en cualquier despacho de abogados, es que el cliente salga satisfecho, porque además el boca a boca es la mejor publicidad. O eso es lo que yo he podido comprobar a lo largo de estos años. Así que ese es nuestro principal objetivo ahora mismo. En el momento en el que me entregaron la medalla me acordé de esa escena de la película Philadelphia, de Tom Hanks, en la que uno de los personajes decía que le gustaba colaborar con la Administración de Justicia. No siempre conseguimos que todo sea realmente justo, pero cuando se consigue es una gozada. En esta vida lo que más me quita el sueño es cuando siento que hice un esfuerzo tremendo en un procedimiento y los resultados finales no son los esperados.