El bebé

Marta Vázquez Fernández
Marta Vázquez MATICES

OURENSE

06 ene 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

A menudo tendemos a relacionar nuestro futuro con la disponibilidad, o la ausencia, de grandes y modernas infraestructuras. En Ourense, por ejemplo, llevamos ya muchos años esperando la llegada del tren de alta velocidad. Se discute y protesta sobre los plazos, el trazado o sobre las inversiones que nunca llegan a ejecutarse en relación a este proyecto porque, en definitiva, se trata de una obra con la que se anhela que llegue por fin el necesario despegue económico y social de la provincia.

Pero pensando en lo que ha ocurrido esta semana, uno no puede dejar de sospechar que todas esas cuestiones son secundarias cuando el verdadero despegue económico y social de este territorio está condicionado por una realidad terrible, la de que Ourense se queda sin población. Este mes de enero el primer bebé tardó casi 48 horas en llegar, una situación que tarde o temprano tendría que producirse en una provincia que lleva años soportando muchas mas muertes que nacimientos. Los jubilados ya son un tercio de la población, los pueblos quedan abandonados cuando mueren sus últimos pobladores y en los municipios grandes también retrocede el censo porque muchos prefieren irse a otros lugares en busca de mejores oportunidades. Es cierto que lo ocurrido con el primer bebé puede deberse a una casualidad, pero lo que es innegable es que el saldo vegetativo negativo que soporta Ourense desde hace años solo nos conduce a un camino. Es urgente invertir la tendencia, afrontar que ese es nuestro verdadero problema y tratar de buscarle solución, con algo más que un cheque bebé. A ver, sino, quién se sube a ese AVE, cuando por fin llegue...