Un error formal tumba el plan especial de Seixalbo a los tres meses de aprobarse

r. n. p. OURENSE

OURENSE

Miguel Villar

El gobierno local tiene previsto anular el documento en el próximo pleno

27 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La ansiada puesta en marcha del plan especial de protección para el núcleo de Seixalbo ha sido en falso. Apenas tres meses después de que el pleno del Concello de Ourense lo aprobara de forma definitiva y entrara en vigor tras su publicación en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), el documento se vendrá abajo. La Xunta de Galicia remitió el pasado 20 de octubre un requerimiento al Concello de Ourense para la anulación del acuerdo plenario del 5 de agosto sobre la aprobación de este documento de gestión urbanística en el conjunto de interés etnográfico de Seixalbo.

Según ese escrito, la decisión se sustenta en el hecho de que el gobierno municipal eludió la petición de un informe preceptivo a la Xunta sobre el plan antes de su aprobación definitiva. Esa decisión se adoptó, según indicó el concejal de Urbanismo a los demás grupos de la oposición, basándose en un informe técnico.

Ante este escenario, el gobierno de Ourense tiene previsto llevar al pleno del mes de noviembre la anulación de ese acuerdo e iniciar de inmediato su tramitación de la forma que demanda la administración autonómica. Los planes de la institución local es que el plan especial de Seixalbo se apruebe de forma inmediata en un segundo intento.

Tal y como puso de manifiesto el concejal Jesús Cudeiro en la última junta de área de Urbanismo, la otra salida que le quedaba al Concello y que finalmente se ha descartado era la de acudir a la Justicia para hacer valer sus criterios técnicos.

La importancia del documento

El plan especial es una vieja demanda vecinal que supondrá la revitalización del núcleo rural de Seixalbo. Su vigencia permitirá desbloquear la concesión de licencias para la rehabilitación de viviendas y para la apertura de negocios en este núcleo, ya que es el plan de protección el que establece los usos que se pueda dar a cada uno de los inmuebles.

No se trata del primer contratiempo que sufre el plan especial de Seixalbo, una iniciativa que se gestó en el anterior mandato pero cuya exposición pública tuvo que ser frenada debido a que faltaba el preceptivo informe de fiscalización del interventor municipal.