Bobos

María Cobas Vázquez
María Cobas DESDE MI MONTAÑA

OURENSE

13 abr 2016 . Actualizado a las 10:40 h.

Creo en los servicios públicos, en la sanidad, la educación, los servicios sociales... Y lo defiendo. Por eso también creo que en los impuestos. Y busco no cabrearme cuando me toca pagarlos (a mí tampoco me trae alegría hacerlo), pero lo hago porque creo en el estado del bienestar. Claro que después leo que los que tienen pasta se la llevan a Panamá. Hasta la hermana del rey, que igual hasta se queja de que la fríen a impuestos con lo que le cuesta ganar el sueldo... O salta Mario Conde, que, como los ricos de bien, de los de defraudar como toda la vida, se llevaba el dinero a Suiza. Y entonces se me queda cara de boba. No porque no crea yo en los impuestos, sino porque quienes deberían creer en ellos (sobre todo porque muchos viven precisamente del dinero que otros aportamos a las arcas públicas) no lo hacen. Más bien todo lo contrario. Seguimos en la búsqueda de hacer la ley, hacer la trampa, y tonto el último. Yo quiero seguir pagando mis impuestos, pero estoy harta (y entiendo que quien esté con el agua al cuello, mucho más) de ver cómo nos tratan por imbéciles. Si ya lo dijo el fiscal en el caso de la infanta, que lo de Hacienda somos todos es una campaña publicitaria. ¡Qué va! Hacienda cada vez somos menos. Porque los que más tienen, se lo llevan muerto cuanto más lejos mejor; y mientras, los autónomos (esos valientes), luchan por sobrevivir contra los ilegales. Ayer lo decían los vendedores ambulantes. Hoy los taxistas. Si es que al final, el que no se lleva el dinero a Panamá es porque no lo tiene. Resulta que no es que no somos honrados, es que somos pobres y por eso no defraudamos. Y si no, eres bobo. Y así nos va.