Estábamos encantados de conocernos, llegó Perico Delgado y nos dio un zasca en todo el ego turístico: «Ourense tiene un gran potencial termal que yo desconocía». Y para rematarla, por si fuese poco, aseguró que él era un gran aficionado a los balnearios. Ergo, debería conocerlos. De los nuestros, claro, ni flores. Con el ciclista nos dimos cuenta -algunos no lo habrán hecho, porque están a otras cosas- que igual lo de la promoción turística no se nos ha dado demasiado bien. Otra opción es que Perico no sea un tío solvente pero supongo que en ese caso tampoco lo pondríamos a presentar el paso de la Vuelta por nuestra provincia, ahí, con todo el boato. Ya verán que este año sí, que el tío va a estar atento a la tele y no se le va a escapar detalle de nuestro potencial termal.
Chupando rueda, así estamos en la materia, al menos si nos dejamos llevar por las apreciaciones de Perico Delgado que, en realidad es como ese cuñado simpático que todos tenemos. O sea, alguien de confianza aunque a veces te toque las narices. Cómo no nos vamos a creer lo que dice, cómo no nos vamos a fiar, si media España comparte la siesta con él mientras narra la Vuelta. ¿Hay algo más familar? Habrá que tener en cuenta su opinión entonces. Y ponerse las pilas.
Bromas a un lado la anécdota puede servir para que pongamos los pies en el suelo y nos tomemos en serio la promoción turística de Ourense. No es la primera vez que lo digo. Por mucho que hablemos de ello, si lo hacemos solo en el salón de nuestra casa, no vamos a conseguir que Perico y los demás se mueran de ganas de venir a visitarnos.
En esa carrera, la Vuelta a España, en la que Ourense tendrá una notable presencia, será una etapa decisiva. Siempre y cuando se tenga claro que lo que hay que promocionar es nuestro sector termal y todo lo que, junto a él, nos convierte en un parque turístico apetecible. Porque Ourense existía antes que la ourensanía, sea lo que sea eso.