Rodri: «El Barco debe salvarse y después soñar con algo más»

Luis Manuel Rodríguez González
luis m. rodríguez OURENSE / LA VOZ

OURENSE

MONICA IRAGO

El ariete berciano guio a su equipo con cuatro goles en cinco partidos

02 feb 2016 . Actualizado a las 15:28 h.

El Centro de Deportes Barco vive uno de sus momentos más dulces en el retorno a la Tercera División y buena parte de ese botín de ocho partidos sin perder que ha enlazado, proceden de los cuatro goles que marcó Rodri Alonso en sus últimas cinco apariciones.

No elude el delantero berciano que lo de anotar viene marcado por rachas veleidosas: «Cuando eres delantero, si no metes goles te rallas. Yo estuve un poco quemadillo, porque después de un esguince de rodilla que me mermó no había manera de marcar un gol, pero ahora empezó bien la segunda vuelta y espero que continúe a ese ritmo».

Pero si el de Ponferrada ha cuajado bien en Valdeorras es por su condición de hombre de equipo y, como no podía ser menos, ve sus goles como medio para un fin que es colectivo: «Lo importante es que el Barco debe salvarse cuanto antes y después soñar con algo más, estamos cerca del objetivo, pero no podemos relajarnos, porque además las cosas no le van bien al Celta B y al Compos, así que no será fácil eludir el descenso. Una vez que lo consigamos, sería muy bonito pelear por meternos en la liguilla».

El del pasado domingo en Arousa fue un paso de gigante que el ariete destacaba, sobre todo, por la reacción del equipo tras el tanto inicial de los locales: «Estábamos descolocados unos y otros, porque ellos se adelantaron en una jugada aislada, pero nosotros fuimos a más y, aunque tuvieron una buena oportunidad de Sylla, con la entrada de David Álvarez que nos dio más verticalidad y la pausa y la calidad de Rubén García le dimos la vuelta al partido».

Rodri destacó también la jugada personal de Carlos para el gol del recién llegado y una cierta dosis de fortuna en el suyo, sin sacar pecho por la forma en que se deshizo de sus marcadores con brillantez que levantó aplausos: «Fue una acción de saque de banda, la bajé con el pecho y al primero me lo llevé por velocidad, pero después tuve suerte, porque el balón rebotó en la cadera o la rodilla del defensa y me volvió a mí para chutar».

Lo mejor para el Barco es que su nueve ha vuelto y que marca otra vez con regularidad. Se le ve contento e ilusionado, al mismo tiempo que se congratula de coincidir por fin con un David Álvarez al que solo había tenido en contra: «En Ponferrada nos conocemos todos y sabía que era un jugador muy bueno. Faltaba comprobar en qué condiciones venía de Palencia, pero sabíamos que estaba jugando con regularidad y cuando lo vimos en el primer entrenamiento ya notamos que sería una gran ayuda para el equipo, como lo demostró el pasado domingo en su debut».

De momento, la octava plaza y los 32 puntos sumados saben a gloria en Calabagueiros. La licencia para el optimismo es válida, así que el Botelo Mecánico va por buen camino.