Avelino es el comisario. Avelino es un conseguidor. Lo dice quien fue uno de sus compañeros hasta esta semana en el grupo municipal socialista y ahora se afanará en configurar una lista del PSOE en Cortegada para encabezarla. No tiene malas palabras para el alcalde, por mucho que se haya quitado la chaqueta del PSOE para ponerse, pensando en mayo, la del PP. Y esto no hace más que confirmar que Avelino (Avelino es, ya saben, Avelino de Francisco) es algo más que el alcalde. Es algo más que el comisario. Es algo más que un conseguidor. Avelino es un crack. En mayo del 2011, en plena campaña electoral, lo demostraba en las páginas de La Voz de Galicia respondiendo a las preguntas del periodista Nacho Mirás. «Intenté ser alcalde y me ofrecí al Partido Popular. Pero por circunstancias que desconozco no lo estimaron oportuno. Por circunstancias, se me acercó el PSOE, aceptó la posibilidad de que yo fuera como independiente en sus listas y fui». Así que al alcalde de Cortegada se le podrán llamar muchas cosas pero, desde luego, mentiroso no. Ya dejaba clarito entonces, incluso en letras de molde, cómo veía él eso de la política y las siglas. Lo malo es que está feo. Porque se supone que los partidos políticos no son clubes de fútbol y que los servidores públicos no se mueven a ritmo de cláusulas de rescisión. A estas alturas del partido hay que preguntarse si el alcalde ha jugado bien. Pero también si acertaron los encargados de los fichajes. Los de antes y los de ahora.