Ourense en versión feng-shui

mar gil OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Antonio Cortés

Alumnos de la Laboral elaboran un mapa de la ciudad siguiendo los principios del taoísmo

18 ene 2015 . Actualizado a las 05:15 h.

Los ojos milenarios de China se han volcado sobre la geografía de la ciudad de Ourense en un estudio elaborado por alumnos del instituto Universidade Laboral. Su trabajo, que analiza el entorno de la capital según los principios de la filosofía taoísta y el feng-shui, ha merecido el primer premio de innovación educativa del Plan Proxecta, que la Consellería de Educación y el Instituto de Estudos do Territorio dedicaron el curso pasado a la sustentabilidad y el paisaje.

Bajo la coordinación de José Luis Sequeiros, estudiantes de segundo de bachillerato destinaron una hora semanal de las clases de Filosofía impartidas por Milagros Alonso a descubrir primero, y trabajar después, el mundo del feng-shui y su aplicación a la vida diaria.

Profesores de Geografía, Economía y Técnicos de FP colaboraron en un proyecto cuyo fin último, explica Sequeiros, era «concienciarnos da veracidade da afirmación do misticismo oriental ?Ti es iso?, que significa que o individuo é un con todo o demais; somos paisaxe e calquera actuación na paisaxe afectános tamén a nós».

Una de las conclusiones del estudio es que el emplazamiento de la ciudad es idóneo a los ojos del feng-shui, pero no tanto las intervenciones que, bajo el paraguas del progreso, se han ido realizando en el último siglo.

El feng-shui, explica el proyecto de la Universidad Laboral, es una sabiduría taoísta ancestral de vida en armonía con el entorno: «é, por encima de todo, unha tradición vinculada á terra, de comprensión do fluxo de enerxía da terra e de colaboración. É un conxunto de técnicas que teñen por misión pór en harmonía as persoas e as construcións humanas coa arquitectura do universo».

Esta técnica tiene en cuenta todos los elementos del entorno para determinar el emplazamiento favorable para la vida (yang) y para los enterramientos (yin): «cada lugar ten un pulso silencioso de ritmo perfecto, un complexo de formas de ondas e resonancias, absolutamente individual e único, que nos pode chegar a conectar con todas as demais cousas do universo se somos capaces de resentilo ou de determinalo seguindo as regras do vento e da auga para buscar as veas do dragón», explica José Luis Sequeiros.