La Audiencia le culpa de inducir el incendio que destruyó el pub en 2008
30 ene 2014 . Actualizado a las 07:25 h.El expropietario del pub temático Central Park, que ardió tras un incendio provocado el 2 de junio de 2009, ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Ourense a tres años de prisión, pero no como autor de un delito de incendio sino por uno de daños, una de las alternativas de menor gravedad que planteó el Ministerio Fiscal para el caso de que no fuera apreciado peligro para la vida de las personas, como así fue.
Carlos Martínez Gil, el único juzgado como inductor de este incendio ya que el autor material nunca fue identificado aunque sí visto por numerosos testigos, ha sido también condenado a otros diez meses de prisión por un delito de estafa en grado de tentativa. La motivación de ordenar quemar el local que regentaba fue, según la sentencia, intentar estafar a la aseguradora con la que tenía cubierta una póliza multirriesgo que cubría un posible incendio para poder resarcirse de las deudas que la sociedad que gestionaba el local tenía con proveedores (23.000 euros) y Seguridad Social (18.000 euros).
Para llegar a la sentencia condenatoria del acusado, el tribunal se basó en «una pluralidad de indicios». No cupo duda de que el incendio fue provocado, pues se originó en tres focos y se encontraron restos de gasolina en dos garrafas de las que se usan para su transporte y botes con acelerantes. Para llegar a la conclusión de que Carlos Martínez Gil fue el autor del delito, los magistrados consideran válido como prueba directa el reconocimiento que el dueño de la gasolinera de Bentraces hizo del acusado, primero por foto ante la policía y después en rueda de conocimiento en la prisión.
Aunque este testigo dijo en el juicio que ya no recordaba quién había comprado la gasolina en su gasolinera días antes del incendio, el tribunal dio valor al reconocimiento realizado durante la investigación policial y a la diligencia judicial, amén de mencionar que el acusado no dio una explicación concreta a por qué le habían reconocido como comprador. El empleado de la gasolinera también ratificó, aunque con vaguedades, que el día después del incendio recibió una llamada de alguien que dijo ser el que había comprado las garrafas y que si la policía preguntaba, que no dijera nada.
La sentencia da por hecho que el acusado no fue el autor material pues numerosos testigos vieron salir a un joven del Central Park poco antes del incendio, pero sí que facilitó la entrada al incendiario, ya que la puerta lateral no estaba forzada y la principal tenía la cerradura arrancada, pero por dentro. El comportamiento de Carlos Martínez, que al ser avisado del fuego fue a su casa a buscar las llaves, ha sido otro indicio en su contra. El fallo establece que el acusado indemnizará a una aseguradora de una marca de bebidas con 8.400 euros y a otra de una zapatería, con 665.