La capital se queda con un cartero por cada 2.000 vecinos

Rubén Nóvoa Pérez
rubén nóvoa OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Miguel Villar

Alertan de que Correos planifica un nuevo recorte en la zona norte

10 nov 2013 . Actualizado a las 07:30 h.

La de cartero va camino de convertirse en una profesión en peligro de extinción. En el caso de la capital ourensana desde principios de esta semana se ven menos mochilas amarillas en la zona centro y este de la ciudad, ya que Correos ejecutó la supresión de ocho secciones que suponen otros tantos puestos de trabajo de repartidores que realizaban su tarea a pie o en moto. El tijeretazo al personal de la cartería de Fernández Bordás -la número dos- ha dejado a la capital ourensana con una plantilla de carteros en la calle que apenas supera el medio centenar.

En concreto, en las dos oficinas en las que se reparte el servicio postal ourensano quedan 54 profesionales, lo que supone que en la ciudad de Ourense hay un cartero por cada 2.000 habitantes. En el caso de la sede de Fernández Bordás pasó de tener 39 personas a un total de 31 tras suprimir ocho secciones. Ellos se tienen que ocupar de la zona centro y también de barrios en expansión como Mariñamansa y O Couto. Al otro lado del río en la cartería situada al lado de la estación Empalme se mantiene una plantilla de 23 personas que asumen el reparto de correspondencia de los barrios de A Ponte y As Lagoas. Sin embargo, desde los sindicatos de Correos avanzan que están previstos también recortes en la zona norte de la ciudad. «Estamos ante una reestructuración salvaje», advierten desde la sección de Correos de Comisiones Obreras.

La radiografía postal en la capital ourensana no sería completa sin analizar el momento en el que se encuentra el servicio. El volumen de cartas no deja de disminuir. Según las cifras que exponen desde Correos se ha rebajado la actividad en un 27 %. Sin embargo, el trabajo no para de diversificarse con nuevos servicios, como la entrega de paquetería -firmaron convenios con empresas como El Corte Inglés o Amazon- o la mejora del control sobre el envío. «Es cierto que disminuyó la correspondencia. Es una evidencia que no podemos negar, pero también es cierto que se ha aumentado la paquetería y que el seguimiento que se realiza de los envíos es ahora mucho más complejo. Eso nos ralentiza y mucho el trabajo», alegan desde CC. OO.

Las oficinas

El descenso de personal en Correos también se deja sentir en las dos oficinas abiertas al público en Progreso y A Ponte. Son habituales las largas colas para atender a los ciudadanos que han reducido sus visitas para enviar correo, pero las han aumentado para la recogida de paquetes y otros servicios asociados.

En la zona centro y este

La decisión de Correos de suprimir ocho secciones de los profesionales de la cartería urbana de Fernández Bordás afecta a los distritos centro y este de la ciudad. Se trataba de repartidores que realizaban su trabajo de lunes a viernes a pie o en moto.