María Quintas le dijo ayer a la cara a Rodríguez Dacosta que no la veía legitimada para liderar al partido en Ourense
01 feb 2013 . Actualizado a las 07:30 h.Que la división interna del socialismo ourensano era evidente no lo dudaba nadie. Lejos de acercarse al entendimiento, los dos bandos en disputa -que hay quien diferencia como pachistas y paquistas- se han declarado una guerra civil. Ayer se visualizó en la asamblea del PSOE local, dominado por un sector muy crítico con la gestión de Pachi Vázquez al frente del socialismo gallego. En las últimas reuniones, los fieles al secretario general ni siquiera se presentaron, pero ayer la estrategia de ese grupo -que sí controla el aparato provincial del partido- era asistir únicamente con cuatro representantes: Laura Seara y Susana Bayo para hacer ver el apoyo de la ejecutiva gallega, Antonio Rodríguez Penín por ser el antiguo secretario de Organización local, y María Quintas, que dijo hablar como portavoz de la dirección provincial.
Esta tomó la palabra para decir lo que ya todos esperaban. Tal y como adelantó La Voz ayer, la ejecutiva provincial de este sábado debatirá el relevo de Carmen Rodríguez Dacosta como secretaria local del PSOE. Formalmente se hará porque aseguran que cuando fue elegida militaba en Entrimo y no en la capital. Ayer Quintas dijo que no está legitimada por ese motivo. Sin embargo, la causa es su participación en la lectura de un manifiesto crítico con el PSdeG.
Esa fue la culminación a numerosos desencuentros, acentuados a partir de la operación Pokémon -que implicó al líder paquista, que no es otro que el exalcalde Francisco Rodríguez- pero enquistados desde hace tiempo. Entre sus reproches, ayer Quintas dijo, por ejemplo, que la agrupación local hace uso de la sede provincial del PSOE desde el año 2003 sin haber aportado ni un duro. En definitiva, una guerra civil que ayer duró más de tres horas de debate.