Una campaña de andar por casa

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

OURENSE

Los candidatos ourensanos asumen, casi sin ayuda externa, el protagonismo preelectoral

05 nov 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Hace cuatro años Ourense había sido el epicentro del arranque de la campaña de las generales en Galicia. Los líderes autonómicos de PP y PSOE eligieron la capital ourensana para la pegada de carteles con un despliegue técnico y humano mucho mayor al visto en la noche del jueves al viernes en San Lázaro. El protagonismo fue en exclusiva para los candidatos de cada partido, que no tuvieron el respaldo de ningún dirigente autonómico o nacional y la austeridad del acto fue la nota dominante.

De hecho, por primera vez en muchos años, los grandes partidos no se repartieron a ambos lados de la calle Curros Enríquez. Todos cabían en la acera donde se encuentra la parada del autobús, lugar en el que están colocados los paneles para pegar los carteles electorales. El PSOE, que había sorprendido en otras citas por el despliegue tecnológico del acto de arranque de campaña, solo tuvo este año un equipo de megafonía y un enorme cartel con la imagen de su candidato a la presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba. El BNG sí hizo una pegada electrónica y al pulsar un botón apareció, a través de un proyector, la imagen de su aspirante al Congreso, Xosé Manuel Pérez Bouza. El PP, por su parte, repitió la tradición de cubo, escoba y escalera como únicos elementos de trabajo y ni siquiera hubo discursos para el público, el más numeroso de los que fueron capaces de congregar los partidos políticos ourensanos.

Personalismos

Los protagonismos, como se ha dicho, fueron en exclusiva para los candidatos ourensanos, aunque en diferente medida según sus siglas. Celso Delgado, candidato al Congreso, fue el primero en subirse a las escaleras para pegar los carteles del PP, pero la operación la repitieron el presidente provincial, José Manuel Baltar, la aspirante al Senado, Carmen Leyte y el portavoz municipal, Rosendo Fernández. Se echó en falta que José Luis Baltar, presidente de la Diputación, lo hiciese también, pero el carismático líder popular ya no está para esos trotes. De hecho, su presencia en el acto duró poco y, luciendo cara de cansancio, fue de los primeros en irse.

El PSOE, por su parte, quiso aprovechar el tirón electoral del alcalde de la capital, Francisco Rodríguez, que fue el primero en intervenir ante el público socialista. Después hablaron los cabezas de lista al Congreso y al Senado -Laura Seara y Miguel Fidalgo, respectivamente- mientras tenían a sus espaldas a otros miembros de la candidatura, incluida la exministra Elena Espinosa, que renunció al número dos a la Cámara Baja. Finalmente, en el BNG el protagonismo absoluto fue para Xosé Manuel Pérez Bouza, único en hablar ante los nacionalistas. Su campaña, como ya lo ha sido durante las últimas semanas, será muy personalista.

Eso sí, no tanto como la de Converxencia XXI, una organización nacionalista de centro que estuvo representada en exclusiva por su número dos, que ni siquiera tenía carteles que pegar. Aún no se los han mandado, dijo. Más numerosa era la presencia de público en los paneles de Izquierda Unida y del Partido Por Un Mundo Más Justo (PUM+J).