24 ago 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Está bien que la teniente de alcalde recorra mundo. Y no para que se haga realidad aquel aserto del vasco Pío Baroja de que «el nacionalismo es una enfermedad que se cura viajando» sino para que explique la realidad de Ourense allende sus fronteras. Pero el viaje de Isabel Pérez es el viaje de las incógnitas. Y el de las mentiras. Aunque no se sabe si las mentiras tienen acento de Bilbao o de Ourense. A orillas del Nervión dicen que ellos sólo pagaron la cama y a orillas de As Burgas aseguran que el viaje fue gratis total. Allá cuentan que atendieron una petición de la líder del BNG y aquí dicen que recibieron una invitación oficial para unos días de farra y relax. ¿Por qúe los bilbaínos pensaron en Ourense y no en A Coruña o Vigo con problemáticas más acordes a la de la capital vasca? ¿Por qué tras una invitación oficial entre Concellos no hay una recepción institucional del anfitrión a su invitado? ¿Alguien cree que llega a Ourense, por poner un ejemplo, la teniente alcalde de Madrid, Ana Botella, invitada por el Concello ourensano, y no se le recibe en la consistorial? Dice la representante del BNG que fue allí para ver como funcionan las cuadrillas para importar el sistema a Ourense. ¿Y por qué fue a Bilbao y no preguntó a su colega de Pontevedra como se organizan las de la Peregrina, por poner un ejemplo? ¿Por qué fue un coche oficial a llevarla y regresó de vacío a Ourense dejándola en Bilbao más sola que la una? ¿Es ese un ejemplo de viaje institucional? ¿Por qué el alcalde no se entera de nada? ¿O es cómplice de las excursiones de su socia? ¿Y el BNG que dice? ¿O es política nacional dictada por la UPG? ¿Y el PP dormita una siesta? ¿Y Democracia Ourensana existe? ¿Y...?