Pablo Bonorino critica los mitos en que se basa este delito
31 jul 2011 . Actualizado a las 06:00 h.El profesor Pablo Raúl Bonorino, de Filosofía del Derecho en el campus ourensano, acaba de publicar el libro La violación en el cine, en la editorial Tirant to Blanch, donde aborda la repercusión política y social de la representación de la violación y pone en evidencia las creencias que difunden algunas narraciones y cómo los mecanismos narrativos escogidos refuerzan su adopción crítica por el espectador. «Las narraciones cinematográficas constituyen canales privilegiados para reforzar o cuestionar las creencias o mitos que forman la cultura de la violación», dice Bonorino.
Explica el autor varios mitos que no resisten el contraste con la realidad. Mitos que sostienen que las protagonistas del cine mudo deseaban secretamente ser violadas o que las mujeres blancas son violadas por negros. Bonorino analiza el mito de que hay maneras de sexo forzoso que no suponen violación o aquel en el que una cantidad de hombres y mujeres jóvenes dicen que ciertos actos de coacción sexual no son moralmente malos si la pareja lleva un tiempo de noviazgo o si han tenido otros contactos consentidos. Está el que sostiene que si una mujer acepta compartir ciertas prácticas íntimas con un hombre merece ser abusada si decide negarse antes del acto. Aún hay otro mito que se cae: el que asegura que cuando una mujer dice que no a un hombre que pretende acostarse con ella, en realidad le está diciendo que sí.
El profesor explica que las campañas feministas tuvieron resultado: «Las denuncias y condenas aumentaron desde los ochenta pero sigue constituyendo el tipo de violación más corriente». Bonorino trata con maestría la mujer ausente, la venganza feminista y la mujer vengadora del siglo XXI.