Unos políticos han votado no a los toros. Los ciudadanos vamos por libre, nos da igual. Iremos a verlos a Perpiñán (allí vi El último tango en París) o a Muíños. Los taurinos empeñamos una viña por ir a ver una corrida. Prohibido prohibir. Cual nuevos Torquemadas han reinventado la reacción de los intransigentes. Fachas, que son unos fachas. A los parados, los viejos ourensanos dependientes que esmorecen sin recambio en cualquier paisaje de nuestra provincia, a los jóvenes a los que les ofrecemos como futuro, puerta y emigración a la fuerza, a los ciudadanos, también los ourensanos, nos llueven problemas y estos demócratas de nuevo cuño, localistas apátridas, nos inventan una nueva ocurrencia. ¡Toros no! El capitán es un nacionalista cordobés, casi de Fernán Núñez, que milita en la inconcreción, en el sí pero no. Vale, que con su pan con tomaca se lo coman, pero que no me entere que papan butifarra o escudella de capellá (cocido de cura). Este menda no vuelve a probar el cava. Brindaré con ribeiro que es muchísimo mejor y, además, ¡hace patria!