Tras 17 años de paz con José Luis Baltar, su hijo se enfrenta a numerosos desafíos como presidente del partido por su carácter excluyente y revanchista
07 feb 2010 . Actualizado a las 02:00 h.El PP ourensano celebró el pasado día 30 de enero un congreso especial. En el seno del partido José Luis Baltar acumulaba victorias por aclamación, pero tras 17 años en el cargo tocaba dejar paso a su hijo. El relevo fue más traumático de lo esperado al discrepar firme y públicamente un amplio sector del partido, que se materializó en un apoyo de casi el 40% de los compromisarios a la candidatura alternativa de Juan Manuel Jiménez Morán, alcalde de Verín. En este contexto, se plantean muchas dudas.
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¿Tendrán consecuencias las irregularidades denunciadas?
En principio solo una de ellas trascenderá a la celebración del congreso. El Comité de Derechos y Garantías del PP, organismo encargado de la disciplina interna, analizará la reclamación presentada por la elección de compromisarios de A Bola. Tras tres asambleas, Baltar Blanco consiguió que fueran elegidos los delegados más afines a su candidatura, pero algunos de ellos habían figurado en la lista del BNG del año 2007, lo que provocó la indignación del resto de afiliados.
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¿Seguirá la guerra entre las dos facciones?
A pesar de los continuos llamamientos a la unidad que ha hecho la dirección regional del partido, el revanchismo ha comenzado. A través del PSOE se ha acusado a Antonio Rodríguez Miranda, portavoz del PPdeG y número dos de Jiménez Morán, de cobrar desplazamientos al Parlamento que en realidad hacía en el coche de José Manuel Baltar. Este, en lugar de negarlo, reconoció esos viajes. Además, el PP rechazó en O Hórreo una iniciativa sobre el centro de salud de Viana -municipio gobernado por Andrés Montesinos, que también apoyó a Jiménez- gracias a dos diputados baltaristas. El otro bando, visto el apoyo recibido en el congreso, no se quedará callado y plantará batalla en el diseño de las candidaturas para las municipales del 2011.
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¿Quién será el candidato del Partido Popular a la alcaldía de Ourense?
José Manuel Baltar dijo en campaña que había perdido confianza en Enrique Nóvoa, hasta ese momento indiscutible candidato, por apoyar a su adversario. Uno de sus primeros anuncios tras su victoria fue la propuesta de convocar unas primarias para elegir al cabeza de lista. La campaña de afiliación que pondrá en marcha el nuevo presidente serviría para nutrir el partido de afines a Baltar Blanco y, de paso, compensar el respaldo que Enrique Nóvoa tiene en la capital. El candidato avalado por el nuevo presidente lo tendría así más fácil frente al actual portavoz, que ya anunció su intención de presentarse a esas primarias.
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¿Y en el resto de municipios?
Bajo la excusa de que todos los afiliados tienen derecho a postularse como candidatos expresada por Baltar Blanco, sus críticos temen que el nuevo presidente haga una limpieza entre quienes apoyaron a Jiménez Morán e imponga a cabezas de lista afines a él.
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¿Qué pasará con la Diputación?
Lo dijo en su primero discurso como presidente provincial del PP: «José Luis Baltar seguirá en la Diputación hasta que él quiera». Sin embargo, son muchas las voces que anuncian una operación similar a la que llevó a la alcaldía a Enrique Nóvoa. Como hizo entonces Cabezas, Baltar padre renunciaría a la Diputación antes de finalizar su mandato. Baltar hijo, suplente en su circunscripción electoral, sustituiría a su padre en su escaño y en la presidencia de la institución provincial. De no ser así, el relevo podría aplazarse hasta el próximo mandato, en el año 2011, aunque para eso tendría que ganar las elecciones el Partido Popular.