La vuelta al cole tras las vacaciones navideñas no fue tal para miles de escolares gallegos que debido a la ola de frío y nieve prolongaron su descanso. Lo hicieron, además, disfrutando de estampas típicamente navideñas gracias a la nieve caída durante la jornada del domingo y en la madrugada del lunes. Más de ochocientos de estudiantes de todas las edades y de diversos municipios tuvieran que quedarse ayer en sus casas, ya que las líneas del transporte escolar no pudieron llegar a muchos de los pueblos donde recogen habitualmente a los alumnos. Algunos vehículos ni siquiera pudieron acceder a los propios centros educativos. Así, mientras las aulas de algunos centros registraban ausencias dispares en colegios como el Virxe da Saleta, en Cea, se quedó totalmente vacío en el reinicio de las clases al suspenderse la actividad por los problemas de los autobuses para circular por las rutas habituales. El centro cuenta con 178 estudiantes matriculados de Infantil, Primaria y hasta 4º de ESO, tanto del propio municipio como del vecino ayuntamiento de Piñor. Solo algunos de ellos, contados, lograron llegar en vehículos particulares. Al ver las instalaciones vacías -solo los profesores cumplieron el horario de la jornada escolar- optaron por regresar a sus viviendas y prolongar, al menos durante veinticuatro horas, las vacaciones navideñas iniciadas el pasado 18 de diciembre. Aunque el descanso oficial comenzó el día 22, antes hubo un fin de semana y dos días dedicados a los festivales de despedida y a la entrega de notas, por lo que el tiempo de asueto se prolongó durante prácticamente tres semanas.
En casa, con la consola
El frío y la preferencias lúdicas de los más pequeños -prefieren estar en casa con el ordenador, la Nintendo, la Play o la Wii- hizo que las calles de Cea permaneciesen desiertas de niños, durante la mañana y a primera hora de la tarde, como ocurriría en un día normal de clase. Y eso a pesar de que en algunos puntos concretos del concello se dejaban notar a través de muñecos de nieve de diferente tamaño, repartidos ante algunas puertas.
En el Punto de Atención Infantil solo cuatro de los once inscritos retaron al frío y se decantaron por sus aulas para disfrutar bailando con las películas infantiles y los juguetes disponibles.
En Torguedo, Antía y Alicia Nogueira, le pusieron al mal tiempo buena cara y jugaron con la nieve ante la atenta mirada de sus padres. Eso sí, lo hicieron con resignación por la imposibilidad de volver a ver, como pensaban, a sus amigos del cole. Una estampa que se repitió en todos aquellos pueblos en los que el estado de la carretera frustró la vuelta al cole.