La devoción mariana

Laura Enríquez redac.ourense@lavoz.es

OURENSE

31 ago 2007 . Actualizado a las 03:16 h.

Un año más, coincidiendo con el final del mes de agosto, dio comienzo en el santuario de Os Milagros la novena en honor a la Virgen que le da nombre al recinto. En un goteo escalonado pero continuo fueron decenas los fieles que se acercaron a las novenas que se oficiaron a lo largo de la jornada. Peregrinos de las localidades vecinas que profesaron en persona su devoción delante de la imagen. Las familias Pumar y Formoso fueron dos ejemplos claros del fervor religioso que se profesa en los pueblos de los alrededores. Procedentes de Xunqueira de Espadañedo, reservaron la tarde para acudir al santuario a acompañar a la Virgen. Pero no fueron los únicos. Grupos de fieles oriundos de Maceda o de Baños de Molgas partieron devotos, lidiando con el sofocante calor, para llegar a la misa de las siete de la tarde. Mientras, la zona de la tienda congregaba a algunos turistas que movidos por un sentimiento de fervor religioso aspiraban a llevarse consigo algún recuerdo de su estancia en el santuario. Los dependientes atendían amablemente a los peregrinos, un trabajo gratificante que une en un férreo vínculo, la juventud, el sacerdocio y los rostros del convento. Y mientras unos fieles llegaban otros se iban, acuñando su salida en el santuario encomendados en su pretensión de recorrer el camino de Santiago.

Unidos en el fervor religioso, los habitantes de Ribadavia acompañaron en peregrinación a la Virgen del Portal en su tradicional traslado desde la capilla hasta la iglesia de la villa donde permanecerá hasta el fin de los festejos. Los vecinos profesaron así su respeto a la patrona en una villa de cuento de piedras.