Trabajar o no trabajar

OURENSE

DE REOJO | O |

27 feb 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

LOS ourensanos son los gallegos más preocupados por el empleo. En realidad, por la falta de empleo. Lo decía este fin de semana el barómetro de La Voz. La encuesta no nos sorprende porque el dato se repite temporada tras temporada. El paro es el fondo de armario de nuestros problemas. Es un dolor de cabeza que no se quita con pastillas. Un conocido me cuenta que hace poco se despidió un aprendiz de su empresa porque decía que ganaba más con el paro que trabajando. Que con el subsidio podía seguir pagando la letra de su coche tuneado. El resto -ropa, comida, copas...- va a cuenta de sus padres. La pensión paterna es muy barata. Y está limpia. Un ponente les dice a los estudiantes del campus, en unas jornadas sobre empleo, que no empiecen exigiendo, que la experiencia en el currículo vale más que un puñado de euros. Que trabajen mientras estudian. Y muchos lo miran raro. Otros toman nota en sus cuadernos. Un político firma convenios para animar a los emprendedores a que planten empresas en la huerta de la provincia. Es funcionario. Y sus hijos también. Un profesor universitario dice que hay trabajo para los que quieren trabajo. Que hay trabajo para los mejores. Que ya no basta con sentarse en el pupitre. Un sindicalista reclama mejores condiciones laborales. Habla de las suyas. Por supuesto, es funcionario. Un estudiante en prácticas entra por la puerta diciendo que no va a traer cafés, cuando nadie se los ha pedido. Un estudiante en prácticas entra por la puerta dispuesto a no tomar ni un café para aprovechar la oportunidad de leer su futuro. Nos preocupa el paro. Es lo que más nos preocupa. Normal.