Se nos van las empresas

NEMESIO PEREIRA

OURENSE

AL DÍA | O |

09 ene 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

«SE FUE la dulce miel que probé en sus labios, se fue, me quedó sólo su veneno, se fue, y mi amor se cubrió de hielo, se fue, y la vida con él se me fue, se fue, y desde entonces ya sólo tengo lágrimas». Esta canción de Laura Pausini define la desazón y el desconcierto que nos quedó a todos al conocer la noticia de que Pescanova, una empresa de aquí de toda la vida, se va a instalar al país vecino su principal planta productora de rodaballo, del que por cierto somos pioneros en su producción en cautividad, lo que debemos al Instituto Oceanográfico, dejándonos sin una inversión que rondará los 140 millones de euros y sin 300 puestos de trabajo, entre directos e indirectos. Mientras aquí nos aburrimos moviendo papeles, a 250 kilómetros tramitan con urgencia la burocracia con objeto de convertir a Portugal, que no ha gastado un duro en investigar y desarrollar la producción de esta especie, en la primera potencia mundial en un sector llamado a ser estratégico en unos pocos años. Nada menos que nuestra alimentación va a depender de ello. Quizás la modernización de Galicia que nos prometían algunos sea la Cidade da Cultura, denostada antaño y rebautizada con todos los honores ahora. Obra que me atrevo a predecir, ahora con tiempo y no a agua pasada, que será el mayor fiasco de la historia de Galicia, y, de verdad, jamás desearía tanto que me equivocara como esta vez.