Análisis | La situación del gobierno de Manuel Cabezas Todos los ediles del gobierno de la capital quieren que se cierre la crisis, pero saben que, llegado el caso, tendrían que optar entre la fidelidad a Baltar o al PP
22 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.El grupo de gobierno del Concello de Ourense no es ajeno a la crisis desencadenada los últimos días en el seno del PP. La hipótesis de escisión apuntada desde sectores afines al presidente provincial, José Luis Baltar, no deja indiferentes a los 14 concejales que sustentan la gestión de Manuel Cabezas como alcalde. Los ediles mantienen una estudiada discreción, huyendo de declaraciones comprometedoras, evitando inclinarse por ninguna de las tendencias en liza. Todos valoran y respetan a Baltar -también compañero de corporación-, pero la lealtad no parece tan ciega como para seguirle en una nueva aventura política. La mayoría de los consultados prefieren mantener un estudiado silencio, aferrándose al deseo de que las diferencias entre José Luis Baltar y Manuel Fraga acaben limándose y alcancen un acuerdo que deje la tensión actual en una especie de pesadilla. Reunión De todos modos, ¿se está tomando partido en estos momentos por secundar las tesis secesionistas de Baltar o se opta por permanecer bajo las siglas del PP? Por el momento es difícil precisar quienes tomarían cualquiera de los dos caminos, sobre todo porque entre ellos no se comenta abiertamente hacia que lado se inclinarían. «Nadie ha hablado en el grupo de irse con unos o con los otros, llegado el caso», precisa un miembro del grupo de gobierno. El martes, a última hora de la mañana, minutos después de que se difundiesen las primeras informaciones que daban por hecho una escisión en el PP, hubo una reunión en la alcaldía. Manuel Cabezas convocó a sus concejales a un encuentro en su despacho. Acudieron prácticamente todos, excepto José Luis Baltar, que no fue convocado, y José Luis Rodríguez Cid, ausente de Ourense estos días. «Fue una reunión informal para comentar lo que estaban diciendo los medios de comunicación», matiza uno de los asistentes, quitando importancia al encuentro. Las siglas En el caso de que Baltar decidiese liderar una alternativa política a la del PP, pocos ediles se alinearían en un primer momento con él, salvo presiones. La mayoría de los consultados ponderan el peso de las siglas con las que fueron a las elecciones, apostando por seguir fieles a una militancia que, en muchos casos, proviene de décadas atrás. Marcharse ahora no está en la mente de ninguno de ellos. Al menos de momento.