Tradiciones y nuevos modos

Cristina Huete OURENSE

OURENSE

MIGUEL VILLAR

Continúa la batalla legal para dilucidar el futuro de los enterramientos en el cementerio de San Francisco Una resolución judicial permite continuar con las sepulturas en el camposanto

31 oct 2003 . Actualizado a las 06:00 h.

?n la era de la globalización, los ourensanos nos acercamos a la muerte, a su concepto, de forma sustancialmente distinta a la de hace una década. Las plañideras perviven apenas en algunas pequeñas aldeas de la provincia a modo de residuo testimonial y los tanatorios proliferan por doquier, alejando el cadaver -y consiguientemente, el velatorio- de los hogares. Pero mientras esto ocurre, el histórico camposanto de San Francisco, declarado en diciembre de 1997 Bien de Interés Cultural (BIC), continúa envuelto en un marasmo judicial, a la espera de que se clarifique su futuro. La Asociación de Amigos del Cementerio -impulsada por un grupo de ourensanos, entre los que se encontraba el fallecido José Ángel Valente, alertados por el punto final a las concesiones impuesto por el Concello- mantiene todavía un considerable recelo sobre las intenciones del grupo de gobierno respecto a su futuro. La institución local decidió en pleno, en el año 1999, restituir las propiedades a los herederos de las mismas, pese al decreto anterior, que determinaba la expiración de las concesiones. Contencioso De momento, se siguen realizando enterramientos en él, pero como consecuencia de una resolución judicial. La asociación de amigos acudió hace dos años al contencioso administrativo contra la decisión municipal del 12 de marzo de 1999 que no admitía la propiedad y el juez determinó que, como medida cautelar, se sigan realizando los enterramientos hasta que no se resuelva el contencioso. El representante de la asociación, Ricardo Sotelo, se muestra rotundo: «Aunque el Concello reconoce en teoría el derecho de propiedad, lo cierto es que en la práctica sólo ponen dificultades y lo niegan en los casos en los que va a expirar la concesión». Sotelo advierte que en este momento todo son pegas, hasta el punto, sostiene, de que el concejal de Cementerios, Francisco Javier Rodríguez Nóvoa les conmina a dejen de limpiar los panteones. «El concejal apeló a su condición de farmacéutico para instarnos a que dejemos de usar lejía en la limpieza, cuando todos los edificios de piedra de esta ciudad, y las propias tumbas, se limpian así desde hace 200 años, u están perfectas», sostiene el representante de la asociación. Especulación Así, mientras el concepto y la relación social con la muerte evoluciona, el cementerio de San Francisco, ese Bien de Interés Cultural, pervive en una zona de expansión de la ciudad, custodiado por un grupo de amantes de este camposanto que temen que si no lo preservan podría acabar convertido en un solar «repleto de chalés adosados». Una acusación que niega el grupo de gobierno. El portavoz del Partido Popular en el Concello de Ourense, José Luis Rodríguez Cid, es rotundo: «El cementerio de San Francisco es intocable porque fue declarado Bien de Interés Cultural y por tanto quedará así para toda la vida y, además, porque el actual planeamiento urbanístico lo contempla como tal, así que el temor de la asociación es una barbaridad». El portavoz del Partido Popular reconoce que otra cosa son las resoluciones judiciales que «ellos están perdiendo, pero nosotros ni siquiera queremos entrar en eso». Entre dimes y diretes, el cementerio vive hoy uno de los días de mayores visitas.