Sentencia favorable

JOSÉ A. VÁZQUEZ BARQUERO

OURENSE

MI RINCÓN | O |

09 oct 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

PEGUÉ un bote en la silla y solté un taco (creo que venial, aunque Dios sabrá). No era para menos. La sentencia que esperaba se había hecho realidad. Pensé en el padre Silva y en su indómita ciudad. ¡Qué desusado altruismo en tierra tan cainita! Pero, sobre todo, reconocí las agallas del juez Somoza. «Mala fe institucional que alcanza cotas escandalosas», dice. ¡Menudo rejón, don Olegario! Finalmente, me acordé del ínclito Cabanelas y de nuestros excelsos mandarines. De la denuncia por malos tratos a menores y de la intervención policial. Que desventura la nuestra, gobernados por tropa tan mezquina. Pero no hay fiesta sin resaca. Ni sentencia sin recurso. La Xunta de don Manuel agotará todas las vías legales para sacar adelante su propuesta (Pita dixit). Era de esperar y más en asunto tan notorio. Y nuevamente nuestro alcalde a la altura de su ambición: «En este proyecto no esta inmerso el Concello». Ja, ja, ja. Ahora va a resultar que el PXOU, que aprobó su eminencia, no contemplaba tal actuación. Fue un mero espejismo. Nada serio a tener en cuenta. Como todo lo que se cocina en estos pagos. En la Audiencia nos vemos.