Caixanova eligió el paraje rues de O Aguillón para celebrar su última romería de homenaje a los gallegos que residen en el extranjero
21 ago 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Fiel a la tradición Caixanova no podía olvidar a Valdeorras y a sus emigrantes. Y la comarca y sus gentes tuvieron ayer el privilegio de participar en la última de las romerías con las que la entidad homenajea a los gallegos que residen en el extranjero. Una cita para la que se eligió uno de los más bellos parajes del oriente ourensano. El recinto rues de O Aguillón. En su chopera, y a orillas del embalse de San Martiño, 1.300 personas disfrutaron de un almuerzo en el que no podían faltar los platos típicos de la gastronomía gallega. Pulpo y empanadas que, según los comensales, estaban exquisitos, como bien merecían los caldos en una zona vitícola como la valdeorresa. Y no hay romería que se precie sin música. Entre bocado y bocado, las piezas de la charanga y de los gaiteiros animaron las tertulias, creando un clima de confraternización. Clientes de la entidad naturales de Valdeorras, pero también de otros cercanos lugares como Viana, A Gudiña, Manzaneda o Trives, disfrutaron de unas horas de convivencia. Horas que incluso los más pequeños aprovecharon para disfrutar de las instalaciones de recreo que hacen de O Aguillón el lugar más ideal para perderse en una sofocante tarde de verano. Como la de ayer. Una tarde en la que además de altas temperaturas también hubo lugar para las sorpresas. Tres de los participantes en la romería se fueron a sus hogares con unas maletas de regalo. Era la última romería después de las celebradas en Os Milagros, A Freixa, O Viso y Donramiro y que han concentrado a 7.000 emigrantes. Caixanova quiere demostrarles su cercanía. La mayoría de los que ayer acudieron a O Aguillón residen habitualmente en Francia, y al acto se sumó el delegado de la entidad en París. Con todos ellos también disfrutaron del encuentro el jefe territorial de Ourense, Luis Aldemira, el de zona, Pascual Suárez, así como directores y empleados de las oficinas que Caixanova tiene esparcidas por unas tierras del valle y la montaña del oriente ourensano. El verano que viene habrá más citas.