«Ya he avisado a mi amigo, que deje de formarse y recurra a Google para encontrar trabajo»

OPINIÓN

Andrés Rodríguez | EUROPAPRESS

11 ene 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Mi amigo de Vigo y el hermano del presidente Sánchez

Tengo un amigo que lo está pasando mal. Es lo que siempre hemos conocido como un profesional. Su especialidad son las artes escénicas y fue formado en los mejores institutos y universidades del mundo, donde logró la titulación con las mejores notas (excelencia incluida). Homologó sus estudios en España hace ya más de 15 años. Casi los mismos que lleva en las listas de sustitución que la Xunta tiene para profesores sustitutos y cuya finalidad es cubrir las vacantes que se produzcan en la ESAD (Escuela Superior de Arte Dramático), con sede en Vigo y que es la única que hay en Galicia.

Le llaman de manera intermitente con contratos en precario y de escasa duración. Ahora mismo está en el paro y sobrevive como puede, a pesar de llevar en España casi 30 años. Es el peaje de haber decidido dedicar su vida a la cultura en nuestro país.

Pero mi sorpresa viene al leer que el hermano del presidente Pedro Sánchez ha logrado la plaza de director ¡nada menos! de la Escuela Superior de Arte Dramático de Extremadura a través de un anuncio en Google.

Por supuesto, ya he avisado (a mi amigo) para que se deje de especialidades y cursos varios y se centre en el buscador, donde podrá desarrollarse profesionalmente a conveniencia. ¡Qué rabia, con lo fácil que era! Olvidaba comentar que sigue empecinado en su formación y en un par de meses será doctorado pero... ¿tendrá eso alguna importancia? Juan C. Mella. A Coruña.

Hay silencios tan elocuentes

Sánchez, tan locuaz con el tema de Franco y tan parco en palabras, por no decir mudo, con el tema Maduro. ¿Por qué se obsesiona tanto Sánchez con Franco y tan poco con Maduro? ¿Por qué se obsesiona tanto Sánchez con los dictadores muertos y tan poco con los dictadores vivos? Al contrario que los segundos, los primeros ya no tienen nada que pagar porque, como acertadamente dijo Shakespeare, «al morir pagamos todas nuestras deudas». La ventaja de meterse con un muerto es que sale gratis; con un vivo, sin embargo, puede salir caro. Sobre todo si a ese vivo se le debe mucho. ¿Será esa la razón por la que Sánchez se atreve a meterse con Franco y no con Maduro? ¿Qué es lo que tanto le debe Sánchez a Maduro que le impide condenarlo? Alguien dijo: «Hay silencios tan elocuentes», a lo que añado que hay otros silencios tan culpables... Javier Sanz Gómez. A Coruña.

La emigración y el abandono

A uno, que es presa voluntaria y consentida de las impregnaciones —como otros ¡tantos!— de su pasado vivido, le afloran «recuerdos de otro tiempo y todo se hace oscuro para mí», como dice la canción, creándome desasosiego, melancolía..., que pesan como losas. Sí, me apena, señor director, ver vacías, sin luces ni colores, las casas de aquellos mil labradores cuyos hermanos e hijos «huyeron» por escaseces y abandonos de gobiernos, llevando en sus corazones frías piedras. Por una parte, les decían ¡iros!, porque aquí los minifundios no alcanzarán para todos, y en otro momento les gritaban ¡quedaros!, que los sudores y las luchas son en el mundo comunes... Así tenemos hoy miles de casas que están cubiertas de hiedras. Todas en mis parroquias del interior de Galicia. No os olvido. José Balseiro Casal.

El amor que la memoria no olvida

Dicen que la memoria es caprichosa, que con el tiempo borra nombres, fechas y hasta lugares..., pero nunca el amor de tu vida. Mi abuelo, a pesar de su demencia, sigue recordando a mi abuela, con quien empezó su historia siendo apenas unos niños de 15 años. Ella sigue siendo su faro en la tormenta del olvido.

Si algún día me toca vivir lo mismo, ojalá tenga la misma suerte de recordar a la persona que marcó mi vida. Yo también tuve un amor de adolescencia y, aunque en su momento tomamos caminos distintos, la vida decidió que nos volviéramos a encontrar.

Si algún día mi mente me traiciona y los años me arrebatan los recuerdos, deseo que al menos quede uno intacto y eterno: el de aquel amor que contra todo pronóstico siempre vuelve. Silvia Fernández Rodríguez. Valdoviño.

La UE va camino de Bizancio

En 1453 cayó Constantinopla, hoy Estambul, a manos del Imperio Otomano y, con ella, el Imperio Bizantino. Mucho antes, ya se estaba descomponiendo perdiendo territorios a manos de los musulmanes. Mientras los otomanos asediaban la ciudad, los sabios de la misma discutían sobre el sexo de los ángeles en lugar de plantearse las defensas ante un enemigo que tenía muy claro lo que quería, de ahí surge la famosa expresión «discusiones bizantinas». Pues en esas parece que estamos los europeos, mientras se discute sobre el tapón de las botellas de plástico se está produciendo una invasión por tierra, mar y aire en la vieja y decadente Europa. En la batalla de Lepanto se consiguió parar al Imperio Otomano y que a día de hoy las mujeres europeas no lleven hiyab, pero había un frente definido, a un lado los musulmanes y al otro los cristianos. A día de hoy ese frente no existe porque los musulmanes han ido penetrando de forma gradual. O nos ponemos las pilas ante la islamización europea o caeremos como Bizancio. Agustín Aznar Sánchez. Zaragoza.