Los mayores nos importan

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

CAPOTILLO

01 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Mucho. Los mayores nos importan mucho y más. Hoy es el día internacional de las personas mayores y habrá movilizaciones en distintas ciudades, entre ellas Santiago. Lógico. La Voz de Galicia mantiene desde hace tiempo un espacio que precisamente se llama Los mayores importan y que va recorriendo las secciones de la web, del papel y de Radio Voz para poner el acento en todos los desmanes y discriminaciones que sufre una persona por el simple hecho de cumplir años.

Desmanes que vienen de los más diversos ámbitos y que no cesan. Gracias a muchas informaciones y opiniones críticas con el trato que reciben se han dado pasos, pero son tímidos. Queda casi todo por hacer. Ayer mismo se publicaba una estadística que señalaba que los mayores sufren dramas tan básicos en asuntos fundamentales como la movilidad. Sí, en su posibilidad real de ir de un sitio a otro. De moverse, cuando van perdiendo la capacidad de caminar. Lean: «Más de la mitad de los gallegos (el 56 %) tendrían dificultades para desplazarse en silla de ruedas por las áreas comunes del edificio en el que residen, mientras que otro 56 % tendría problemas para moverse dentro de su vivienda». Así lo recoge el informe La Voz de la Accesibilidad, elaborado por la Fundación Mutua de Propietarios con el objetivo de mostrar el día a día de los más de 2,4 millones de españoles con movilidad reducida, de los que 270.000 (un 11 %) son mayores de 65 años.

Todos tenemos, o tuvimos, padres y abuelos. Así que nadie está al margen de este problema creciente. La brecha tecnológica no ha venido a ayudar en la situación que padecen. Las administraciones, las entidades bancarias o las empresas empiezan a tomar decisiones para cuidar a un colectivo que solo se merece el máximo mimo, el aprecio y el cuidado. Son ellos los que levantaron la sociedad en la que hoy ejercemos nosotros. Les debemos mucho más que la sangre y los apellidos. No podemos dejarlos marginados, por ejemplo, en edificios sin ascensor. Nadie debe mirar para otro lado cuando queda tanto por hacer. Sindicatos como UXT Galicia se unen a la reivindicación de hoy con algunos puntos que no deben caer en saco roto: defensa de las pensiones, lucha contra la pobreza y la desigualdad, la gestión lenta e insufrible de las ayudas de la dependencia, blindar el sistema público de salud y, en definitiva, combatir el edadismo, esa palabra horrible pero que, con su sonoridad, ya subraya que tenemos una tarea enorme por delante.

Somos los que fuimos. No los dejemos atrás. Además, nuestros mayores tienen por delante una capacidad vital asombrosa. Es increíble lo que podemos y debemos aprender de ellos. En otras sociedades, como la oriental, se venera su sabiduría. No se les hace de menos. Los mayores están para sumar. No solo para ejercer como abuelos únicos en una sociedad que cojea, y mucho, en conciliación. Ojo, abuelos entregados, pero no abuelos esclavos. Dicen que cuando fallece un mayor es una tragedia, que se pierde con su memoria una biblioteca entera. Y mucho más. No lo duden. Con ellos, no contra ellos.