Probabilidades

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

Peter Bagde / Typos1 / Abel Prize 2024

24 mar 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Badana estampada en la cabeza. Barba larga y blanca. Camisa beis con chaleco de punto. 72 años y un look que podría apuntar a gurú ayurvédico, batería suplente de AC/DC o abuelete que se enfrenta al diabólico dilema de la ropa de entretiempo. Pero es Michel Talagrand, el investigador al que acaban de conceder el Abel, la mayor distinción para un matemático. Es especialista en probabilidades, en el estudio de fenómenos aleatorios. Por simplificar la complejidad de parte de su trabajo, piensa en la forma de sistematizar el comportamiento de esa moneda lanzada al aire que aletea hacia arriba y abajo en tantos momentos de nuestras vidas y de nuestra Historia. Intenta estimar, predecir teniendo en cuenta lo casi impredecible para introducirlo en la ecuación. Ahí entra la teoría del caos, con esos pequeños detalles en el inicio de un proceso que pasan a ser determinantes en el resultado final. Él mira hacia adelante cuando el común de los mortales suele echar la vista atrás para repasar aquel momento que parecía inocuo pero que alteró el rumbo de algo o de alguien. Hay que tener mucha fe para intentar levantar apoyos sólidos en este mundo de aguas movedizas expuesto a todo tipo de turbulencias, donde apenas hay compartimentos estancos y donde todo parece fluir y estancarse a la vez. Pero ahí sigue la ciencia. Pese a todo. Pese a todos.

Por cierto, la imagen extravagante de Michel Talagrand no responde a una cuidada puesta en escena. La badana se la puso su mujer para que le sujetara bien el audífono y la barba se la dejó porque la batería de su afeitadora eléctrica dijo adiós. Es que no se esperaban este premio. Casualidades. El azar.