Metahumano: entre lo real y lo virtual
OPINIÓN
Tengo que reconocer que la primera vez que escuché hablar de los metahumanos, casi me atraganto. Son un avance revolucionario en la tecnología de simulación digital, y están redefiniendo la relación de las marcas con sus clientes y el márketing al completo. Estos avatares digitales hiperrealistas imitan la apariencia, el movimiento y la expresión facial de los seres humanos reales. Son el resultado de años de investigación en gráficos por computadora, captura de movimiento y modelado 3D, combinados con inteligencia artificial.
¿Para qué sirven? Estas creaciones virtuales ultrarrealistas ofrecen una gama impresionante de aplicaciones para las empresas. Esto suena como muy raro, pero no, seguro que has visto metahumanos y ni te has enterado de lo realistas que son.
La influencer digital Lil Miquela es la protagonista de la campaña de BMW para promocionar el modelo BMW iX2 100 % eléctrico. Lil no existe, es una influencer digital de Instagram que acumula en su perfil de 2,9 millones de seguidores. Con ellos comparte numerosas fotografías y vídeos posando con diferente ropa, promociona diferentes marcas y da su opinión acerca de múltiples temas sociales. Nada existe, nada es real.
Los avatares digitales han llegado para revolucionar multitud de industrias desde el entretenimiento hasta el márketing y la educación. En el cine y los videojuegos, se utilizan para crear personajes realistas sin la necesidad de actores físicos. El márketing y la publicidad no volverán a ser los mismos, la atención al cliente en las empresas tampoco.
En el plano más personal, ¿quién no ha soñado con tener un clon que trabajase por él? El metahumano no te hará la cama, pero si tienes un perfil público de cierta intensidad o te dedicas a la enseñanza, por ejemplo, podrías multiplicar tus compromisos si los lleva a cabo tu avatar en el mundo virtual.
Sobre los metahumanos en la oficina, sus ventajas en el ámbito empresarial son innegables. Permiten una gran flexibilidad, elevada capacidad de personalización y ahorros sustanciales, facilitando conversaciones personalizadas con los consumidores. Como todo avance tecnológico, no está exento de riesgos y retos como el establecimiento de un estándar ético en el uso de la inteligencia artificial para el desarrollo de metahumanos de alta calidad, con un código ético que promueva valores positivos y responsabilidad social. Recientemente, un equipo de expertos de la Universidad de Málaga y la firma de publicidad y márketing Be a Lion han presentado un código ético centrado en el comportamiento de sus influencers virtuales como Alba.
La integración de tecnologías emergentes, como la realidad aumentada y virtual, podría llevar su utilidad a niveles sin precedentes, ofreciendo experiencias inmersivas y personalizadas en diversos ámbitos.
Según Gartner, en el 2030, el 80 % de los seres humanos interactuará diariamente con robots inteligentes frente a menos del 10 % en la actualidad. Los metahumanos representan un salto significativo en la tecnología digital y ofrecen un amplio abanico de aplicaciones prácticas para las empresas. Su capacidad para proporcionar experiencias humanas realistas y personalizables los convierte en una herramienta valiosa para el mundo empresarial. Los replicantes de Blade runner han llegado a la empresa.