Proyecciones

Luis Ferrer i Balsebre
Luis Ferrer i Balsebre MIRADAS DE TINTA

OPINIÓN

FERNANDO ALVARADO | EFE

13 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Comenté en más de una ocasión en el periódico (13-01-2020) la analogía entre el último Gobierno y el mito de Faetón, hijo de Helios, que cogió el carro de fuego del padre liándola parda en su travesía. Deseaba entonces que los corceles multicolores que había aparejado el presidente al carro del Gobierno no se le desbocaran, obligando a Helios (en este caso, el pueblo) a lanzarle un rayo destructor en forma del resultado pésimo en las últimas elecciones.

Faeton y Sánchez no son seres proclives a desistir de su empeño, motivo por el cual el presidente no dudó ni un día en intentar subirse de nuevo al carro, pero esta vez sí que tomó nota de que para seguir guiándolo no podía aparejar los mismos corceles con los que intentó el vuelo. Lo alucinante de la historia es la respuesta de los caballos que han hecho fracasar el vuelo, que, a modo de potrillos rebeldes, siguen sacudiéndose cualquier intento de ensillarlos, soltando coces y tarascadas a quien ose guiarlos del brocal.

La proyección es un mecanismo psíquico fundamental, a través del cual el sujeto atribuye a los demás o echa la culpa al mundo exterior de lo que rehúsa a conocer en sí mismo. Justamente, lo que han hecho los socios del Gobierno, que, perplejos ante unos resultados electorales que prácticamente los borran del mapa, señalan a diestro y siniestro oscuras conspiraciones mediáticas, jurídicas, financieras y políticas encaminadas a acabar con ellos. Incrédulos de que la gente y sus propios socios estén hasta el moño de sus ocurrencias de groupies de adolescentes y no los dejen entrar en las listas. Es alucinante que nadie del núcleo duro se plantee por un momento qué es lo que han hecho mal. Todo al revés.

Se trasca la majedia.