El Día del Medio Ambiente

Javier Guitián CATEDRÁTICO DE BOTÁNICA, FACULTAD DE BIOLOGÍA DE LA UNIVERSIDADE DE SANTIAGO

OPINIÓN

kiko delgado | EFE

08 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Según ha publicado la prensa, hace unos días el conselleiro de Medio Rural de la Xunta culpó de los incendios en Galicia a la protección medioambiental. José González Vázquez relacionó la Red Natura con la proliferación del fuego y alertó de que los montes gallegos se están llenando «de jabalíes, de corzos y de lobos».

El responsable de Medio Rural señaló que el 70 % la superficie quemada en Galicia el año pasado estaba en espacios de Red Natura: «Algo falla si con los compromisos medioambientales y la protección que nos están imponiendo lo único que logramos es que arda todo cuando viene un incendio en el verano». Acabó su recital añadiendo: «Los requerimientos medioambientales están haciendo que Europa se dispare un tiro en el pie, así de claro».

Una primera cuestión importante es que Galicia está a la cola en España en la superficie incluida en la Red Natura, un 12 %, frente a otras comunidades que llegan a cuadriplicar esa cifra. Curiosamente, nuestra comunidad ocupa habitualmente el primer lugar en número de incendios en el conjunto de España.

Según datos del Ministerio de Medio Ambiente, el número de fuegos en Galicia se redujo sustancialmente desde la implantación de la Red Natura 2000. Con las variaciones anuales que siempre existen, en los años 2001 y 2002, previos a su implantación, hubo en Galicia en torno a 10.000 fuegos frente a los 3.500 de los años 2012 y 2013, por citar datos concretos.

En cuanto a la superficie quemada, es difícil valorar el efecto de la red porque depende de muchos otros factores: la distancia a los centros de recursos contra el fuego, las dificultades de acceso por las vías de comunicación o el abandono de muchas fincas por el envejecimiento de la población y no por limitaciones impuestas por la red.

Por tanto, en contra de lo expresado por el conselleiro, los incendios dentro y fuera de la Red Natura están relacionados con otros factores como la despoblación, el abandono de las actividades tradicionales y el erróneo balance prevención/extinción. Donde sí hay un problema, que el conselleiro no ignora, es en la falta de gestión de los espacios de la red, que, en general, se limita a poner un cartel y no aborda sus objetivos: «La armonización de la conservación de los hábitats y especies con los usos y aprovechamientos necesarios para garantizar el desarrollo de los habitantes del territorio». Por cierto, ese es su trabajo.

En resumen, es grave que un conselleiro hable de que la protección es una imposición. Desde la Universidad trabajamos en la propuesta de hábitats y especies de la comunidad autónoma que, con posterioridad, la Xunta trasladó al Gobierno central y este a Europa. Ignorarlo es no tener ni idea de cómo se gestó la Red Natura.

Aprovechemos la semana del Día Mundial del Medio Ambiente para reflexionar sobre cómo mejorar la gestión y no para vender nuestra naturaleza por cuatro votos.