La camiseta

Luis Ferrer i Balsebre
Luis Ferrer i Balsebre MIRADAS DE TINTA

OPINIÓN

06 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Sorprende el impacto y desarrollo que han conseguido las camisetas como prendas de vestir polifónicas que usan tanto nobles como villanos, sirven para ir de bonito y de gañán, y se defienden igual en el casual fit que en la alfombra roja.

La camiseta se ha erigido como un elemento transversal para todas las edades y sin distinción de sexos. Negocio de mercadillo y de firmas glamurosas.

Pero el impacto de las camisetas trasciende su función de ropa, elevándose a la categoría de elemento de comunicación, símbolo de causas varias, pasquín de denuncias y arma de destrucción masiva.

La camiseta de Zelenski es el auténtico símbolo de la resistencia ucraniana y hoy podemos decir que la ocurrencia podemita de lucir la camiseta con la cara del hermano de Isabel Díaz Ayuso ha sido uno de los factores que han llevado a su desaparición de la escena pública.

Las camisetas, cuando se usan como herramienta de denuncia, hay que pensarlas muy bien porque resultan polisémicas. El sentido del mensaje depende del receptor y una misma frase o imagen puede ser interpretada en sentidos muy distintos según quien las reciba.

Ponerse una camiseta con la cara de un ciudadano que tras ser investigado por todos los lados no ha sido imputado de nada, con la intención de disparar por elevación al adversario, ha sido un error que solo excitó el ardor guerrero de la feligresía podemita, mientras que a la mayoría de la gente (como quedó claro el 28M) le pareció una salida de tono de muy mal gusto.

En la áspera campaña electoral que vamos a tener que sufrir, esperemos que a nadie se le ocurra ponerse camisetas con la foto de Feijoo en el barco o de Sánchez en el Falcon.

Ya verán, al tiempo.