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Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

Bruce Springsteen en su primer concierto de esta gira 2023, en Barcelona
Bruce Springsteen en su primer concierto de esta gira 2023, en Barcelona Alejandro Garcia | EFE

30 abr 2023 . Actualizado a las 18:31 h.

Aunque parezca increíble, hay una frase que repiten aquellos que, pese a contemplar con cierta indiferencia la geografía musical y sentimental de Bruce Springsteen, se animan a asistir a una actuación en directo del artista y The E Street Band, bien por curiosidad o por la erosión de la tediosa insistencia de un amigo o familiar. «Es el mejor concierto al que he ido». Algunos van más allá y conjugan en futuro. «Es el mejor concierto al que iré en mi vida». No importa que no comulguen con esa religión y que hayan escuchado que lo cool es decir que lo mejor del Boss ya pasó hace décadas y que es un producto de masas no apto para gourmets. Desde que suena la música hasta que se acaban los bises, lo normal es que se propague entre fieles y ateos esa electricidad que desprenden las misas góspel de Brooklyn, las grandes batallas futbolísticas, las finales de Grand Slam. Durante ese tiempo, todos creen. Porque, más que un concierto, es una celebración. A otros monstruos se les observa en directo desde la condescendencia, perdonándoles la edad y el divismo, como el que contempla a un animal delicado de una especie a punto de extinguirse. No vaya a ser que se asuste, que se canse. Lo de Springsteen y su banda es otra cosa. Pasan los años y cada gira parece la última. Como esta. Pero, ciertamente, la sensación de despedida se dispara cuando Michelle Obama sube al escenario para hacer los coros mientras aplauden su marido y Steven Spielberg. El pulso de la batería de Max Weinberg no puede sonar para siempre. Hay que apurar estos tragos. Puede que Bruce y sus hermanos de armas se vayan pronto. Quedarán sus días de trueno. Bailarán sobre sus tumbas.