El Boletín Oficial del Estado (BOE) derogó por error la Constitución y otras ocho leyes. Durante un escaso período de tiempo carecimos no solo de nuestra Carta Magna, sino también de la Ley de Enjuiciamiento Civil, el Código Penal, el texto refundido del Estatuto de los Trabajadores, la Ley General de la Seguridad Social, la Ley Reguladora de la Jurisdicción Social, el texto refundido de la Ley Concursal y la Ley del Régimen Jurídico del Sector Público.
Tras reconocer su error, el BOE dio solución al mismo, pero, al tratarse del diario oficial nacional español dedicado a la publicación y derogación de leyes, disposiciones y actos de inserción obligatoria, no es recomendable que nos den semejantes sustos, debido a que no es la primera vez que ocurre algo semejante.
Ya vivimos en un país en el cual el actual Gobierno hace lo que le viene en gana para que, aún encima, se deroguen las principales normas jurídicas que constituyen nuestro ordenamiento jurídico. Una cosa es que ya nos hayamos acostumbrado a ser gobernados a golpe de decreto y, otra muy distinta, es que durante un lapso de tiempo no tengamos ni leyes por haber sido estas derogadas.