De piscis a virgo

Fernanda Tabarés
Fernanda Tabarés OTRAS LETRAS

OPINIÓN

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11 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Un viejo apotegma que vuela por las redacciones desde que se pronunció en la película La pícara soltera (Richard Quine, 1964) conmina a los plumillas a evitar que la realidad nos estropee un buen titular. La maldad tiene medio siglo de vida lo que la aleja varias décadas de noticias falsas y clickbaits que hoy esparcen xurro informativo para que las multitudes tomen los parlamentos por la cara, pero su edad confirma que las personas estamos dispuestas a tragarnos estupideces inverosímiles desde mucho antes del primer wasap.

Entre las majaderías más difundidas y creídas, la del horóscopo es de las mejores para confirmar lo complicado que puede ser disuadir con la lógica a quien prefiere los trucos, convencer con la ciencia a quien elige el enredo, de manera que un traumatólogo competente, con sus décadas de estudios en el lomo, te puede cascar sin despeinarse que su alma tiende a lo sensible porque nació bajo el signo de piscis. Una mínima reflexión le permitiría concluir que es imposible que los ocho mil millones de seres que ocupamos el planeta respondamos a comportamientos similares por culpa de los astros, sobre todo porque el horóscopo occidental es diferente del japonés o del hindú, porque en esto de la astrología también hay varias religiones verdaderas que se presentan como únicas ante sus clientes y porque los estafadores que se forran con sus chaladuras saben que hay mucha gente que no hace caso a Carl Sagan y que prefieren una fantasía reconfortante a una dura verdad. Ese crédulo traumatólogo habrá temblado en este incipiente 2023 ante la reaparición de los ofiucos y un posible corrimiento astral que quizás lo convierta ahora en un virgo tímido y analítico. Eso. Que la realidad no te estropee un buen titular.