¿Qué pasa con la calidad del semen?

Leticia Lamas Díaz RESPONSABLE DE LA UNIDAD DE ANDROLOGÍA EN EL COMPLEJO HOSPITALARIO UNIVERSITARIO DE A CORUÑA

OPINIÓN

María Pedreda

18 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Se sabe que en torno al 15 % de la población humana es infértil y que, cuando una pareja busca ayuda médica por infertilidad, la probabilidad de que el problema sea por factor masculino puede llegar al 33 %. Desde hace años se lleva estudiando un descenso en la tasa global de fecundidad y esto ha provocado un mayor interés acerca de la pérdida de la calidad seminal, lo que conlleva a un deterioro paulatino de la fertilidad en el varón.

Para determinar la calidad seminal se tienen en cuenta dos factores fundamentales, el número de espermatozoides y su movilidad. Estos valores de referencia los refleja la OMS y han sido modificados a lo largo de los años. En 1999 se consideraba normal presentar más de 40 millones de espermatozoides en el eyaculado, y en las últimas modificaciones del 2010 se ha disminuido dicha cifra a 39 millones, lo que indica que la tendencia con el paso de los años es a que la cantidad de espermatozoides en el eyaculado del varón tiende a la baja. Lo mismo ocurre con la movilidad: cuando en 1999 se consideraba normal que el 50 % de nuestros espermatozoides fueran móviles, ahora ese valor ha disminuido al 32 %.

Pero, ¿por qué empeora la calidad seminal? Se sabe que determinados factores afectan al tracto genital masculino y por tanto a la calidad del semen (la contaminación del aire, pesticidas, teléfonos móviles…) y que estos factores han aumentado su presencia en los últimos años.

También existen factores relacionados con el estilo de vida, la obesidad, el tabaco, el sedentarismo o incluso el estrés; esto, sumado a los factores ambientales, tiene un claro efecto negativo sobre la salud reproductora.

La calidad seminal también varía según el lugar en el que vivas, estudios que valoraban la calidad seminal en Europa demostraron que los finlandeses son los que tienen un recuento de espermatozoides más alto, a diferencia de los daneses, que tienen el más bajo. Estos datos orientan a que existe una influencia geográfica que podría ser multifactorial, genética y ambiental.

Las infecciones urinarias, incluidas las enfermedades de transmisión sexual, tienen un impacto muy negativo en la calidad del semen. Estas actúan produciendo obstrucción de la vía espermática o seminal y pueden conllevar a una ausencia completa de espermatozoides en el eyaculado, lo que se conoce como azoospermia.

Por tanto, sabiendo que existen múltiples factores que afectan a la calidad del semen y que dicha calidad está empeorando con los años, es importante poner fin a aquellos factores modificables (obesidad, tabaquismo, sedentarismo…) si nuestro objetivo es tener una buena salud reproductiva.