Todos, todas y el Partido Popular

Xose Carlos Caneiro
Xosé Carlos Caneiro EL EQUILIBRISTA

OPINIÓN

Román Ríos | EFE

13 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En ocasiones creo que elr Partido Popular vive enajenado por sus adversarios, subyugado. Una galaxia que absorbe a otra galaxia, y el PP se deja ir. La izquierda le pinta el marco, y ellos entran inocentemente. Les dicen que hay que usar el «género inclusivo», una barbaridad gramatical, y ellos aceptan las reglas que el socialismo y otros «ismos» van perfilando. Es difícil creer que se puedan cometer tantos errores. Pero se cometen. Ignoro para qué están los asesores. Para qué los jefes de gabinete o comunicación. Si al final son las reglas que marca la izquierda las únicas válidas para el PP. Quizá por ello el PP gobierna cuando la ciudadanía no puede más. En el año 2010, Zapatero hablaba de lo veloz que corría la economía española. Sin embargo, al mirarlo, todos sabíamos que su presidencia no duraría demasiado. No se fue por sus excesos ideológicos. Ni por intentar adoctrinar, con sus leyes de todo talante, a la ciudadanía. Incluso puedo afirmar que eso era lo de menos. A Zapatero lo echó el electorado porque estábamos en la ruina. Con Sánchez pasará lo mismo. Se irá. Cuando convoque elecciones, se irá. No será por culpa del adoctrinamiento del que se quejaba la pasada semana Isabel Díaz Ayuso. Tampoco por convertir la educación en un catecismo del buen izquierdista. Tampoco por despreciar a los católicos, liberales, o conservadores que piensan que otra España es posible. Sánchez se irá porque nos está dejando, como Zapatero, en la ruina. O peor. Basta con ir al supermercado. Basta con pagar el recibo de la luz. El gas, la gasolina. Por eso, se irá. No importará que haya tenido a sus órdenes a Alberto Garzón o Irene Montero (dos eminencias). No se irá porque las vicepresidentas ofrezcan lecciones de alta retórica, pero al revés. Ni por su ministra de Hacienda, un prodigio del arte orador. Se irá porque nos lleva a la ruina. Argelia es la gota que colmará el vaso.

El PP de Feijoo gobernará en breve. No me cabe ni la menor duda. Pero el PP de Feijoo debe marcar talante, postura moral, ideología. No es solo la economía. Es también la herida de tener que escuchar a altos cargos del PP utilizando el lenguaje de la izquierda. Y el lenguaje reinventa el mundo. Sépanlo. Escucho a un alto cargo conservador decir «todos y todas» y me entran ganas de llorar. Y ya no cuento cuando hablan de lo «empoderadas» que están las mujeres, cuando en realidad están victimizándolas. Ni del lenguaje ultraecologista: sostenibilidad y compañía. El PP no puede hablar así. Alguien (Feijoo) tendría que advertirlo. Cualquier día llegarán los impuestos e impuestas (Yolanda Díaz), los fuerzos y cuerpas de seguridad del Estado (Irene Montero) o las empresas y los empresos (Nadia Calviño), entre otras grandes aportaciones al patrimonio del lenguaje. «Todas y todos» es una aberración lingüística. Y es un oprobio al sentido común. El PP debiera saberlo.