«Cómo matar a tu marido»

Javier Guitián
Javier Guitián EN OCASIONES VEO GRELOS

OPINIÓN

Javier Lopez | EFE

07 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Más de una vez me he preguntado qué nos dicen los libros, sus títulos, sobre los autores. Dejando a un lado la ficción, no sé si cuando tratan un tema quienes los escriben son especialistas en el mismo, han estudiado la cuestión en profundidad o, simplemente, sienten la repentina necesidad de saltar al ruedo literario por vanidad o para demostrarnos que son personas cultas.

Damos por supuesto que tras la autoría de una obra titulada El cultivo intensivo de la alcachofa hay alguien que ha cultivado esa sabrosa planta y no tiene por qué ser cierto: podría ser un futuro hortelano o simplemente un estudioso de tal práctica. De igual manera, la obra Microcirugía de la próstata no tiene que ser necesariamente escrita por un experimentado urólogo.

Piensen, por ejemplo, en los libros que escriben la mayoría de los políticos. Hoy, cualquier patán que se precie sufre la llamada de Shakespeare y piensa que el hecho de que le voten le autoriza a escribir de economía, historia, etcétera, aunque no aporte absolutamente nada. En la misma línea, hay jóvenes de veinte años que ya han publicado su autobiografía, aunque lo único que han hecho en su vida es dar vueltas en moto a un circuito.

Sin embargo, hay libros cuyo título no deja lugar a dudas sobre su contenido. Por ejemplo, en la obra Cómo tener la casa como un cerdo: Guía doméstica del perfecto soltero, libro de P. J. O'Rourke, nadie debería llamarse a engaño sobre de qué va. De la misma manera, el libro Cómo hacer jabón líquido y empezar su negocio, de Christie Green, tiene un título bastante claro y limpio.

Por ello, debemos prestar especial atención cuando un autor o autora saben de lo que hablan, de alcachofas o de la glándula prostática, y un buen ejemplo es la señora Nancy Crampton. Esta mujer ha sido recientemente condenada en Portland por matar a su marido, algo que nada tendría de sorprendente si no fuera porque la asesina había publicado previamente el ensayo Cómo matar a tu marido.

En el texto, la autora ofrecía los secretos del crimen perfecto para esposas con veleidades asesinas. Les aconsejaba ser «despiadadas» y «muy inteligentes», pues su condición de esposas las convertiría en las principales sospechosas. ¿Y sobre el modo de matar? Mejor evitar los cuchillos, el veneno, las pistolas y los sicarios. Paradójicamente, ella no siguió sus propios consejos, se decantó por las armas y la pillaron.

Dicho claramente, la señora Crampton no siguió sus propias indicaciones y le han caído veinte años de cárcel. Allí, sin duda, tendrá tiempo para reflexionar y leer el libro No culpes al karma de lo que te pasa por gilipollas, de Laura Norton.

¡Benditos libros! A pesar de todo.