El plan B de Putin

Jorge Quindimil COORDINADOR DEL GRADO BILINGÜE EN RELACIONES INTERNACIONALES. UNIVERSIDAD DE A CORUÑA

OPINIÓN

MIKHAEL KLIMENTYEV / SPUTNIK / KREML | EFE

20 may 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Putin ha tardado casi tres meses en apuntarse la primera victoria en la guerra de Ucrania: Mariúpol. Las tropas rusas no habían podido tomar ninguna ciudad importante, haciendo inviable el plan A más probable de Putin: llegar a Kiev y tomar el poder derrocando a Zelenski para imponer un gobierno títere como el de Bielorrusia, siguiendo el modelo soviético. El líder ruso considera la desintegración de la URSS como «la mayor catástrofe geopolítica del siglo XX».

La impotencia militar rusa en combate llevó a Putin a reorientar su estrategia hacia un plan B más asequible: concentrar tropas en el sureste de Ucrania para conectar por vía terrestre la península de Crimea con el Dombás integrado por Donetsk y Lugansk. Mariúpol, con su potencial metalúrgico y logístico, es un enclave estratégico en ese plan B, porque deja expedito el camino para la conexión entre  Crimea y el Dombás, pero su importancia va más allá. Con la anexión de Crimea en el 2014 y la toma de Mariúpol en el mar de Azov, Putin ha invadido ilegalmente el 90 % de la costa ucraniana. El 10 % que le quedaría a Ucrania en el mar Negro constituye un punto clave para la economía ucraniana y para la cadena alimentaria mundial.

En los ocho meses previos a la guerra, los principales puertos ucranianos en el mar Negro exportaron al mundo cereales suficientes para alimentar a 400 millones de personas, según Naciones Unidas. Ucrania tiene la mayor superficie cultivable de Europa y la segunda mayor del mundo, así como la tercera mayor extensión en suelo fértil, lo que la convierten en el cuarto productor mundial de cereales, según el International Trade Centre. Si sus puertos siguen cerrados, o si son conquistados por Rusia, se pone en serio riesgo la cadena alimentaria global. Casi 50 millones de personas más en el mundo podrían sufrir hambruna severa, según ha denunciado el responsable del programa mundial de alimentos.

¿Podrían ser los puertos ucranianos en el mar Negro el próximo objetivo de Putin, colapsando la economía ucraniana y presionando al mundo a través de una crisis alimentaria global? Es improbable, por el desgaste sufrido para conquistar una ciudad de apenas 400.000 habitantes como Mariúpol. Odesa, el principal puerto ucraniano, cuenta con casi un millón de habitantes y su defensa sería llevada al extremo por Ucrania. Pero nada es imposible con Putin, que sigue atacando con misiles Odesa y ya ocupa la isla de las Serpientes, enclave estratégico para una posible ofensiva final.