Alerta Le Pen, peligro máximo

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

CHRISTIAN HARTMANN | REUTERS

18 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El peligro existe. Y provoca escalofríos. Marine Le Pen puede ser presidenta de Francia. Su padre pasó a la segunda vuelta en el 2002. No llegó al 18 %. Ahora, algunas encuestas le dan a ella el 49 %. El cordón sanitario funcionó a la perfección hace 20 años, ahora se debilita. ¿Cómo es posible que la ultraderechista siga ganando terreno? La clave está en la llamada desdiabolización, una gran operación de maquillaje, mentiras y ocultación para presentar una cara más suave y amable de Le Pen al electorado, que comenzó hace una década. Su estrategia en estas elecciones, que presenta como un gran plebiscito contra Macron, es aprovecharse del malestar social para centrarse en la economía. Ya no propone salir de la UE y del euro, como en el 2017, pero sí renegociar las condiciones. Incluso se ha apropiado de banderas de la izquierda y pinta a Macron como el candidato de los ricos, las ciudades y las élites tecnocráticas. Y se lo compran. Pero su sórdido ideario sigue ahí. No hay duda de que, si la dejan, lo aplicará. En todo caso, un análisis de su programa realizado por Le Monde concluye que las reformas que propone de la Constitución apuntan a la instauración de un Estado autoritario y socava derechos fundamentales y libertades individuales. Su antieuropeísmo y su discurso contra la inmigración siguen presentes. ¿Les suena? Lo que ha pasado con Le Pen es una lección para España, donde se blanquea y normaliza a una ultraderecha que niega la violencia machista, quiere cargarse las autonomías, considera a los menores no acompañados sus enemigos y justifica el franquismo. Lo más preocupante es que ya ha llegado a un gobierno autonómico de la mano de un PP que se dice centrado, pero considera a Vox un socio válido.