La clase política es corta de miras: el ser humano podría calentarse solo con el Sol

Juan Ramón Vidal Romaní LÍNEA ABIERTA

OPINIÓN

Andreu Dalmau | Efe

25 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde hace tiempo, el precio de la energía alborota la vida y la actividad en España. La precipitación en la descarbonización, combinada con la guerra Rusia-Ucrania, nos ha dejado en manos de las hidroeléctricas, eólicas, fotovoltaicas y gasistas. Aparentemente el problema es la energía, pero, ¿es así?

El Sol, una estrella de tipo G formada hace 4.603 millones de años, emite energía que intercepta la Tierra en una fracción inapreciable, pero cada segundo recibe 178 petavatios (un petavatio son mil billones de vatios), de los que 123 calientan la atmósfera terrestre generando el viento, que aporta una energía de 700 teravatios (un teravatio es un billón de vatios). El viento mueve olas y corrientes marinas, lo que supone 5 teravatios más para distribuir calor, frío y humedad por toda la superficie terrestre. El Sol contribuye a la dinámica del ciclo hidrológico externo (lluvias y ríos) y son 40 petavatios más. Otra fuente de energía, tan importante como la solar, pero decisiva para la Tierra es la energía acumulada durante la acreción de la Tierra desde la etapa del disco de polvo hasta la formación del Sistema Solar. Los choques de meteoritos hicieron subir la temperatura hasta un umbral que desencadenó la desintegración radiactiva de los minerales acumulados, lo que originó la energía interna de la Tierra, que irradia 11 teravatios en los continentes y 25 teravatios en los océanos.

El petróleo, carbón y gas dan la energía renovable, pues todos los días nacen y mueren los organismos que forman los combustibles orgánicos en el único planeta con vida que se conoce. La energía derivada de ellos es una fracción minoritaria, pues ni siquiera aparece en el balance energético de la Tierra. Pero su aprovechamiento se ha convertido en un conflicto para la especie humana, que dispone de fuentes de energía fósil inagotables, muy superiores al sumando de la energía renovable orgánica.

La cortedad de miras de la clase política por elegir como consejeros no a científicos, sino a comerciales de la energía, ha llevado a la situación actual. La especie humana podría calentarse solo con el Sol y, como la Tierra gira y recibe su radiación de forma igualitaria, cualquiera puede disponer de toda la energía fósil que precise sin tener que utilizar la energía renovable de origen biológico.