La deuda de Gran Bretaña con Irán

Yashmina Shawki
yashmina shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

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20 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace poco más de 40 años, el Gobierno del sha de Irán realizó una compra de 1.750 tanques Chieftain y otros 250 vehículos militares a Gran Bretaña. Para ello, Teherán desembolsó por adelantado casi 400 millones de libras esterlinas. Sin embargo, debido a la revolución islámica de 1979, que derrocó al sha y posicionó en el Gobierno al régimen teocrático de los ayatolás, así como por una concatenación de acontecimientos que alejaron a Irán de los países occidentales, como el asalto y secuestro del personal de la embajada norteamericana en Teherán desde el 4 de noviembre de 1979 al 20 de enero de 1981 o la guerra con Irak, que se prolongó de 1980 a 1988, el Reino Unido nunca llegó a cumplir con su compromiso. 

Pese a que Irán reclamó en 1990 la devolución de esa cantidad por incumplimiento contractual y obtuvo una sentencia favorable de la Cámara Internacional de Comercio en el 2001, Gran Bretaña no retornó ese dinero. El enfrentamiento con la comunidad internacional por su desarrollo nuclear, que supuso la imposición de fuertes restricciones económicas al país, dificultó aún más la ejecución de la sentencia.

Sin embargo, este miércoles, la secretaria de Asuntos Exteriores británica, Liz Truss, anunció que se había llegado a un acuerdo con el Gobierno iraní para proceder al pago de 350 millones en ayuda humanitaria sin vulnerar el sistema de sanciones internacionales. Como contraprestación a este pago, Teherán liberó a los ciudadanos británicos de origen iraní Nazanin Zaghari-Ratcliffe, arrestada en el 2016 y condenada por planear un golpe de Estado, y al ingeniero retirado Anoosheh Ashoori, detenido en el 2017 y condenado en el 2019 por espiar para Israel.

Este acuerdo no supone una mejora sustancial en las relaciones entre Gran Bretaña e Irán, pero, sin duda, representa un pequeño acercamiento en un momento internacional muy delicado con la invasión rusa de Ucrania en marcha y la enésima suspensión de negociaciones sobre el acuerdo nuclear.