Sobre perros peligrosos y sus dueños

Ignacio Bermúdez de Castro
Ignacio Bermúdez de Castro PASOS SIN HUELLAS

OPINIÓN

TOMS KALNINS | Efe

11 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Casi siempre el problema no es la que pueda armar un perro, sino su dueño. La sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña con sede en Santiago condena a la dueña de un can por pegar e insultar a una mujer que protegió a su hijo del animal. El perro no iba atado, pese a ser de una raza declarada en Galicia como potencialmente peligrosa, por lo cual primera irregularidad cometida por su propietaria, que debería ser objeto de sanción administrativa, lo mismo que si no llevara bozal. Desde el punto de vista penal, la condena parece más que justificada. Un delito leve del artículo 13 del Código Penal: «Son delitos leves las infracciones que la ley castiga con pena leve». La condenada agredió y escupió en la cara a la víctima por separar al perro de su hijo y ahora se queja de que no puede abonar los 1.120 euros que le han sido impuestos en concepto de multa e indemnización. Ese es el problema. Que muchos condenados se salen de rositas aludiendo a su falta de liquidez. Tal vez más de uno actúa como actúa sabedor de que nadie le puede exigir un dinero del que carece. Para estos casos deberían recogerse las penas de trabajos en beneficio de la comunidad. Ya verían como así los dueños que no tomen las medidas exigidas procederían de forma distinta. Al final está claro que el perro no tiene culpa ninguna. Si acaso mala suerte por tener el amo que tiene.