Avisos y errores de una campaña

Fernando Ónega
Fernando Ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

Photogenic / Claudia

12 feb 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Los periódicos hablaban ayer de nervios. Sobre todo, en el Partido Popular. Es que ese partido se juega mucho en Castilla y León. Se juega, en primer lugar, la presidencia y el Gobierno de esa comunidad. Y se juega la estrategia de Pablo Casado, que vio en esas urnas el segundo paso (el primero fue Madrid) para llegar a la Moncloa. Si esa estrategia tropieza o se cae este domingo, el PP tiene que replanteárselo todo. A cambio, su adversario socialista habrá conseguido un pasaporte de solvencia para seguir acumulando méritos para reafirmar su vocación de eternidad, una vez demostrada su capacidad de supervivencia.

En la jornada de reflexión quizá sea procedente analizar por qué ocurrió lo que ahora provoca el estado de nervios. Es decir, por qué Fernández Mañueco pasó de verse con la mayoría absoluta, o al menos suficiente, y ahora, como se dice en los partidos de fútbol, está mirando el reloj. Creo que es un análisis interesante para el PP, si piensa repetir la experiencia en Andalucía. Mis tesis son las siguientes:

1.- Hay que conocer la realidad de la que se partía, y esa realidad era que el PSOE tenía 35 procuradores (diputados) en las Cortes y el PP, 29. Dar la vuelta a la tortilla no resulta fácil. Y menos, sin haber convencido a la sociedad de lo inevitable de las elecciones. Las acusaciones de que Ciudadanos conspiraba para presentar una moción de censura a Mañueco no fueron convincentes.

2.- Quien haya tomado la decisión, en Madrid o Valladolid, no supo calcular el tirón de Vox. Lo menospreció y la prepotencia se paga. Resulta que Vox está creciendo y lo hace a costa del PP en doble sentido: quitándole votos (no se los va a quitar a Podemos) y movilizando a la izquierda con el argumento de que viene la ultraderecha. Apúntelo el Partido Popular para las siguientes elecciones, sobre todo las generales.

3.- Tampoco acertó en su previsión de devorar a Ciudadanos. Lo puede morder, pero no hacerlo desaparecer, porque Cs tiene un buen candidato al que, encima, han convertido en mártir de una ambición ajena a los intereses regionales. Y Mañueco no es Isabel Díaz Ayuso. Algo parecido ocurrió con los partidos localistas: no se puede hacer demagogia con la España vaciada sin esperar que eso tenga efectos electorales.

4.- El cambio de tendencia se produjo a partir de la primera encuesta del CIS. El PP, acompañado de fuerte aparato mediático, se dedicó a arremeter contra Tezanos en vez de anotar las advertencias de su contenido. El CIS tiene fuerza para introducir la duda de que los demás pueden estar equivocados y produjo el previsible (quizá buscado) efecto de dar moral al PSOE y deprimir al PP, que es lo que parece claro que aconteció.

Y 5.- Sumen todo esto y verán que los nervios están justificados. Lo cual, dicho sea como elemental prevención, no impide que pasado mañana los ciudadanos desmientan con su voto cuanto acabo de decir.