No son justas. Sería una ruina

Lorenzo Amor PRESIDENTE DE ATA

OPINIÓN

23 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

En el contexto socioeconómico en el que nos encontramos, saliendo de una crisis económica sin precedentes provocada por el covid-19, el colectivo de autónomos necesita, más que nunca, el apoyo de todas las instituciones públicas.

El 70 % de los autónomos no saben qué es la recuperación y un 30 % no espera recuperarse como mínimo hasta el 2023. Aún hay 108.000 autónomos en cese de actividad y 700.000 viviendo una situación muy complicada tras prácticamente dos años de pandemia. Dos años de lucha por intentar que las administraciones no se olviden de los autónomos, que nos hemos visto golpeados doblemente por esta durísima pandemia. Que las distintas medidas restrictivas, que por supuesto entendimos dada la situación sanitaria nunca vista hasta la fecha, llevaran un apoyo paralelo a los más de tres millones de autónomos que en muchísimos casos se vieron obligados a echar el cierre de la noche a la mañana y teniendo que seguir haciendo frente a todos los gastos fijos sin ningún tipo de ingresos.

Y empezamos el 2022 con una nueva gran batalla. La semana pasada el Ministerio de Seguridad Social hizo pública una propuesta de lo que consideran una reforma del RETA que llevará a los autónomos a cotizar por sus ingresos. Las cantidades de cuotas que se nos anuncian son en todo caso desproporcionadas a la realidad y no cumplen con el objetivo de ayudar a aquellos que menos facturan. Asimilar la cotización en Seguridad Social a los rendimientos de las actividades económicas, es decir, a la facturación menos los gastos deducibles, es desconocer que muchos autónomos no pueden deducirse gastos que sí tienen en la actividad porque la Agencia Tributaria no lo ha considerado así.

Además, dicha propuesta, que entraría en vigor en enero del 2023, aumenta las cuotas a más de la mitad de los autónomos, hasta llegar a cuadruplicarlas en algunos casos, mientras que a los que más les baja esa reducción no se daría hasta dentro de 9 años y sería de tan solo un 20 % de la actual cuota. Considerando que la cuota a aquellos que tienen pérdidas o que facturan menos del SMI debería reducirse hasta quedar en algo prácticamente simbólico, creemos completamente insuficiente la reducción que se plantea, y más a tan largo plazo. Compartimos que hay que bajar las cuotas a los que ganan menos, siempre lo hemos hecho, pero lo que se nos plantea no es un sistema de cotización por ingresos reales, es una subida brutal de la cotización.

Este no es el camino. Lo que ha propuesto el Gobierno es inasumible, tiene afán recaudatorio, es más injusto que el sistema actual, genera desigualdades y es, en definitiva, una reforma que llevaría a los autónomos a la ruina y supondría el hachazo definitivo para muchos de ellos. Se debe poner el foco en eliminar trabas, bajar impuestos y facilitar la actividad a los autónomos y a los nuevos emprendedores. Y, sin embargo, el Gobierno sigue empeñado en ponerles zancadillas a los autónomos y haciendo muy difícil su actividad económica. Es tiempo de apoyar a estos trabajadores y no de castigarles. Si a los autónomos les va bien, a España le irá mejor.