No fracases este año también

Flor Lafuente
Flor Lafuente EN LÍNEA

OPINIÓN

María Pedreda

04 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Olvídate de la inspiración, tener un hábito es más fiable, dice el dicho. Tal vez, como muchos de nosotros, te has planteado una lista de propósitos para este 2022. Cambiar aspectos de ti que no te gustan o incorporar prácticas más saludables. Y, seguramente, aún te sientes motivado; ¡el año apenas comienza!

Pero prepárate. Según los estudios, el 90 % de las resoluciones de Año Nuevo fracasan. Y esto sucede por dos razones: a) el plan es demasiado ambicioso y b) perdemos el tiempo esperando a las musas. Pero ni más es mejor ni la motivación precede a la acción. Empezar modestamente es más efectivo y no esperar la inspiración es lo correcto. La inspiración llega cuando ya hemos comenzado. Y si el objetivo es simple, es más fácil dar el paso.

¿Qué nos enseña la ciencia sobre cómo cumplir nuestros propósitos?

1. Recorta tu lista a su mínima expresión. Cuanto más breve y fácil, más posibilidades de éxito. Trabaja en un objetivo de cada vez.

2. Crea un hábito para cada objetivo. Tanto si tu meta tiene que ver con modificar conductas poco saludables —como dejar de fumar o usar menos la redes sociales— o con instaurar comportamientos más positivos —como hacer ejercicio—, el método científico que usarás es el mismo. Lo que debes tener en cuenta es que para desplazar un mal hábito debes crear uno nuevo que lo reemplace: en lugar de revisar tu móvil antes de dormir guarda el teléfono en otra habitación, toma un libro y lee. Crearás el hábito de la lectura y dejarás la adicción al móvil.

3. Empieza pequeño. Mejor que proponerte ir al gimnasio cuatro veces por semana plantéate algo fácil: correr un minuto, caminar un poco más de lo que acostumbras o usar las escaleras en vez del elevador. Pequeños éxitos también cuentan.

4. Usa la técnica de las 3 R para crear hábitos efectivos. R1: ritual. Por ejemplo, tres flexiones todos los días. R2: recordatorio. Establece una alarma recurrente en tu reloj. R3: repetición. Repite, repite y sigue repitiendo el ritual. Integrar un hábito puede llevar un mes o un año. No renuncies.

5. Permítete abandonar las metas con las que no te sientas cómodo. Si no eres amante del deporte, no vayas por la maratón. Empieza por un paseo o practica yoga. Experimenta hasta encontrar lo que se adecúe a tu naturaleza.

Recuerda ser realista. Tener objetivos ambiciosos es loable, pero es mejor ser honesto y elegir una meta que tenga el nivel de dificultad apropiado. Finalmente, intenta comenzar con un hábito que pueda generar un efecto dominó positivo en otras áreas de tu vida. El ejercicio es un hábito fundamental, lo que significa que te ayudará a comer más sano, a dormir mejor y a sentirte más optimista. Tus resoluciones no deben quitarte energía sino fortalecerte y ayudarte a alcanzar otras metas.