Virtudes, misterios

Mariluz Ferreiro A MI BOLA

OPINIÓN

VÍTOR MEJUTO

17 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

De virtudes (con minúscula y mayúscula) y de misterios está repleta la vida. Pero una cosa es vivirlos y otra muy distinta es pararse a escucharlos y saber contarlos. Un compañero, Xesús Fraga, lo ha hecho y ha sido galardonado con el Premio Nacional de Narrativa por Virtudes (e misterios), una obra en lengua gallega que ilumina con luz íntima esa estancia familiar que hay en los hogares de casi todos los que moramos en esta esquina, esa querida herida nuestra que es la emigración. Cuánto se agradece que alguien encienda con delicadeza una humilde bombilla en este mundo de focos y fogonazos que deslumbran tanto que no dejan ver los rostros. Qué necesario es dar voz a esas mujeres que partieron y se partieron para siempre entre dos orillas y que tantas veces se han quedado fuera del relato. Este premio es una gran noticia para Galicia, cuyo relieve sigue asomando en el mapa literario de España. Y también lo es para la Redacción de La Voz. Con ese espíritu se celebró. También con el entusiasmo que lleva a celebrar ese chispazo de alegría como un indicador de que quizás sea posible dejar en el retrovisor del recuerdo ese túnel que hemos atravesado en los últimos tiempos. Y, aunque hablemos de prosa, no deja de ser justicia poética para los periodistas de oficio que el reconocimiento recaiga esta vez en un orfebre que habitualmente labra piezas que no son suyas, alguien que pasa una buena parte de su tiempo delante de la pantalla de un ordenador editando y revisando textos ajenos como si fueran propios, con las virtudes y misterios de nuestras páginas de cada día.