Los papeles

Xosé Ameixeiras
Xosé Ameixeiras ARA SOLIS

OPINIÓN

vítor mejuto

05 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

A menudo sucede que los que cuentan oro por las noches acaban ahogándose en alguna miseria humana. Se ve en muchos cuentos infantiles, aunque la realidad, a veces, es aún más cruda. Todos los tiempos tienen su pozo negro, pero a los actuales parece que se les está yendo la mano. No hay día sin sobresalto. Jornada a jornada se confirma que la decencia está en franca decadencia. Ya no teníamos suficiente para deglutir la desgracia de La Palma y vienen los vientos del cuadrante norte, en pleno otoño, y levantan con fuerza todos los papeles de Pandora y los esparcen por doquier. Así que presidentes o expresidentes, algún que otro monarca, cantantes, como el de Un canto a Galicia; Guardiola, el de la colonia, el padrazo Ancelotti, Shakira, Ringo Starr y centenares más aparecen con sus nombres pisoteados o aireados contra su gusto, se supone. Por lo que se ve, especialistas en cobijarse en sociedades offshore, escondrijos de fortunas millonarias, paraísos fiscales, negocios opacos, fideicomisos, filiales interpuestas o archivos mercantiles, mientras al currito de pie le hacen dar mil vueltas por una deducción mal hecha. A regatear al fisco, y luego querrán esas gentes que les hagan carreteras para sus carruajes y puertos seguros para sus pomposos yates. Podemos navegar por Internet y hacer vida virtual, pero esto cada vez atufa más a feudalismo. No está bien ser catastrofista e igual es una exageración aquello que decían de que cuando una sociedad se queda sin alma, su camino va hacia el abismo, pero sí conviene ir cambiando de dirección. El filósofo alemán Rüdiger Safranski escribió: «Estamos en una época aventurera». Pero, por lo visto, más bien parece que, lamentablemente, estemos en el siglo del sálvese quién pueda.