El obispo enamorado

Javier Guitián
Javier Guitián EN OCASIONES VEO GRELOS

OPINIÓN

O antigo bispo de Solsona
O antigo bispo de Solsona

14 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El obispo de Solsona, el Messi de la iglesia catalana, ha renunciado a los hábitos por amor. No seré yo quien critique tan sobrecogedora decisión, pero aun siendo un lego en cuestiones eclesiásticas, creo que vale la pena analizar no solo ese tránsito hacia los brazos de Cupido, sino también las repercusiones de tal flechazo. Nada tengo en contra del abandono del celibato, faltaría más; sin embargo, más allá de sus controvertidas opiniones, nada tiene que explicarnos sobre su encrucijada moral. Cualquiera que lea literatura erótica, lo haga en una sacristía o en un almacén de materiales de construcción, sufre las pulsiones propias de la condición humana.

A pesar de ello, el hecho de que su amada sea una escritora erótico-satánica no es relevante, aunque sea inevitable que añada morbo al asunto. La mal pensada opinión pública no para de fantasear con oscuras ceremonias como si el escribir El infierno en la locura de Gabriel, una de sus obras, condicionara el devenir de sus relaciones íntimas. Ya puestos, no quiero imaginarme que la chica fuera vendedora de colchones.

La reacción de la iglesia es cuestión aparte. El obispo era el exorcista titular de la diócesis de Solsona, lo que me hace pensar que existen exorcistas suplentes; pero vayamos al asunto. Un portavoz de la iglesia catalana ha afirmado que: «no solo no nos sentimos abrumados por la publicación de la noticia, sino que nos alivia. De un lado, porque queda claro que no es culpa de la Iglesia, ni de Dios, ni del celibato; sino del diablo y de su acción maligna».

En la misma línea, el obispado de Solsona «está muy preocupado porque cree que lo acontecido con su obispo, monseñor Novell, no es un caso de celibato sino de infestación, es decir, de posesión. El obispo, gran partidario de practicar exorcismos, habría sufrido el proceso inverso en uno de ellos. Y ahora viene lo bueno: para revertir el exorcismo inverso hay que exorcizarlo. ¡Ay, Madre!

El obispo, como buen independentista, se ha autodeterminado y se ha alejado de la iglesia, pero ha cambiado Els Segadors por Bailar pegados; la iglesia catalana está convulsionada por tan peligrosa infestación. No podemos predecir el futuro, menos aún en cuestiones del corazón, pero, los que como yo estamos poseídos por el diablo, deseamos que ese cambio de la púrpura al rosa le ayude a trovat la felicitat. Si recuerdan, Venus le regaló a Cupido un arco y unas flechas. Las flechas eran de dos tipos: unas tenían punta de oro, para conceder el amor, mientras que otras la tenían de plomo para sembrar el olvido o el desamor. No hay tránsito más bello que aquel que nos lleva al amor, aunque el camino esté sembrado de flechas como en el lejano oeste. Ya nos lo cantó Karina.

Monseñor, cuente con mi apoyo incondicional para este placentero viaje. Eso sí, si con el paso del tiempo las flechas del desamor hacen mella en su corazón, no nos venga con homilías. Oremus.