Dice la OCU que no se reciclan todos los residuos que llegan a las plantas de reciclaje procedentes de contenedores amarillos, aunque los consumidores los hayan separado perfectamente. A veces faltan técnicas para reciclarlos y otras no resulta rentable. En esos casos, los residuos van directamente a un vertedero o a una incineradora.
De los materiales depositados en el contenedor amarillo se recicla prácticamente el 100 % del acero (latas de conserva, tapas de tarros de vidrio, chapas de botellas) y del aluminio (latas de bebidas, bandejas de comida). Los brik se usan para líquidos (leche, zumos, salsas, vino) y están formados por la superposición de capas de cartón, plástico y aluminio. Se trata de un material multicapa y su reciclado es complejo. Solo se recicla el cartón, que representa el 75 % del brik.
Del PET (tereftalato de polietileno), usado para fabricar botellas de agua y refrescos, solo se recicla, como máximo, el 45 % de las botellas de PET transparente y azul claro que llegan a los centros de tratamiento. Las azul oscuro no se reciclan. El PET se tritura, se lava, se separan los materiales que no son PET y se comercializa en forma de escamas. Tiene buena acogida en el mercado y lo tendrá más en el futuro porque las botellas de PET tendrán un mínimo de un 25 % de PET reciclado en el 2025 y un 30 % en el 2030.