Nuestros amigos los talibanes

Ernesto Sánchez Pombo
Ernesto S. Pombo EL REINO DE LA LLUVIA

OPINIÓN

STRINGER

21 ago 2021 . Actualizado a las 10:37 h.

Hace solo una semana las más privilegiadas mentes del planeta restaban importancia a lo que ocurría en Afganistán. El veloz avance talibán, decían, sería frenado más pronto que tarde y el control de la situación era inminente. Hoy esos mismos sabios se muestran confundidos, sin ideas y, en un alarde de ingenio, alguno propone que como «los talibanes han ganado la guerra, hay que hablar con ellos».

Quienes saben perfectamente la estrategia a seguir son los que practican el terror y la destrucción. Y aún más. Mientras mantienen a pleno rendimiento la maquinaria exterminadora contra las mujeres, colaboradores de Occidente, pacifistas y disconformes en general blanquean su imagen empeñando la palabra en que su comportamiento nada tiene que ver con el que mostraron en el período anterior. Pese a que los hechos dicen lo contrario.

Pero la campaña de márketing talibán puede ser muy efectiva, porque comienza a instalarse la idea de que antes de tomar decisiones hay que conocer hasta dónde están dispuestos a llegar los nuevos responsables afganos. Así, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, abrió la posibilidad de reconocer al nuevo Gobierno talibán si «defiende los derechos humanos y rechaza terroristas». Y si a ello unimos que, sea por intereses económico-estratégicos, como los casos de Rusia o China; o por relaciones cordiales, como Pakistán y otros países del entorno, vemos que los talibanes están teniendo unos aliados, tímidos de momento, pero aliados, a los que se suman los que por inoperancia siguen dejando hacer a quienes imponen el régimen de terror en lo que puede convertirse en el paraíso del terrorismo mundial.

Una parte de nuestro mundo tiene necesidad de ver moderación y renovación donde solo existen abusos, destrucción, espanto y exterminio. El régimen talibán busca el reconocimiento internacional con promesas que resultan increíbles, pero que le sirven para que los más incapaces se ilusionen con un nuevo islamismo suavizado. Y ese es el principal problema. Que dejando ir las cosas, en cualquier momento podemos empezar a oír hablar de nuestros amigos los talibanes. Porque de lo que son capaces Biden, la OTAN y Occidente en general tenemos suficientes pruebas. Y cosas peores vimos ya.